Ari Telch

Creo que la vida de un actor es un vicio, un estilo de vida…”. Ari Telch eligió vivir así siendo adolescente, cuando se subió por primera vez a un escenario y sintió el calor del público en directo.

Nació en la ciudad mexicana de Acuña el 7 de mayo de 1962 y a los 14 años debutó en la obra El violinista en el tejado, dando vida a un niño judío.

Gracias a ese papel tuvo la certeza de que quería dedicarse a eso de por vida: “El director me dio el personaje, pero tenía que hablar en hebreo y a mí se me daba fatal, incluso en el colegio judío donde estudiaba me habían amenazado con echarme si no me aplicaba. Al final me aprendí el guión rápidamente y descubrí que tenía una capacidad de la que mis compañeros carecían. A partir de ahí, empecé a estudiar teatro”.

Terminada la escuela y paralelamente al teatro estudió Odontología, aunque jamás llegó a ejercer. A los 21 años se estrenó profesionalmente con la obra Yankee, de Sabina Berman. Dos años después, en 1985, hizo la comedia musical Barnum, de la mano de Manolo Fábregas.

Al mismo tiempo, daba un empujón a su carrera televisiva con telenovelas como Rosa salvaje, Dos vidas y Flor y canela, que fue un gran éxito.

La década de los noventa vino cargada de proyectos y también de aventuras amorosas, como la que tuvo con Kate del Castillo durante las grabaciones de Muchachitas.

Por aquella época compaginaba su trabajo en la televisión con la obra Cuatro equis, donde aparecía sin ropa: “Los desnudos son parte de la carrera. Sin embargo, en México hay muchas facciones de ultraderecha que nos han impedido trabajar en ciertos estados o ciudades. No hay nada más pornográfico que la censura”.

Aquel año inició una dura etapa, pues a la ruptura con Kate se sumó una noticia que daría un giro radical a su vida. Mientras grababa Mirada de mujer, empezó a sufrir algunas crisis que dificultaban su vida diaria: “No salía a la calle ni iba al supermercado; estaba muy nervioso. Tras algunas pruebas, me diagnosticaron trastorno bipolar”.

Superado el impacto inicial, aprendió a convivir con la enfermedad: “Estoy controlado con medicamentos estabilizadores del ánimo y con terapia psicológica”. También hubo de vencer el alcoholismo que confesó padecer como consecuencia de sus frecuentes episodios depresivos.

Lee más en la revista Telenovela

Sofía, fruto de su relación con Ninel Conde, tiene 19 años y estudia Periodismo en Estados Unidos. “Me llama a menudo para que la ponga en contacto con medios, que me hacen el favor de encargarle entrevistas”, afirma.

Éxito. Además de triunfar en México, lo hizo en países como Israel: “Cuando me lo dijeron, me dio mucho gusto. Yo estudie en el colegio Tarbut, soy judío y amo profundamente ese país”.

El amor. En la novela tiene una relación con María Inés (Angélica Aragón), una mujer mucho mayor que él: “En mi vida también sería capaz de amar a quien sea. Para mí la edad en ningún caso es un impedimento”.