Carla Giraldo

“A veces me aburren los comentarios. Dicen cosas de mí que no son verdad, pero ya me da igual, no me molesta ni me afecta”. Así es ella: sin tapujos, transparente y espontánea. Sin embargo, no siempre fue así.

Pese a sufrir la peor cara de la popularidad, Carla Evelyn Giraldo Quintero ha logrado forjar una importante carrera que, a día de hoy, sigue en ascenso. “Quiero que mi nombre llegue lejos por mi trabajo, no por los chismes que digan de mí”.

Vino al mundo en la ciudad colombiana de Medellín el 30 de agosto de 1986 aunque se crió en Bogotá. Desde niña estuvo en contacto con el mundo del espectáculo debido a la profesión de su madre, maquilladora en televisión, lo que le despertó su interés por la actuación.

Su primera oportunidad llegó a los 13 años con Me llaman Lolita, telenovela con la que triunfó en su país. No pasó mucho tiempo hasta que le ofrecieron su siguiente papel en Francisco, el matemático, momento en que la gente empezó a especular sobre su adicción a las drogas y a comentar que sus padres se quedaban con su dinero.

Incapaz de asumir un protagonismo que no buscaba dejó a un lado la actuación y también a sus padres. “Me fui a la Fundación La Luz porque fueron los únicos que me recibieron, pero no porque tuviera problemas con las drogas. Allí aprendí a ser una guerrera. Ahora sé vivir con todo, pero si mañana me quitan lo que tengo, también sé hacerlo sin nada”, confesó tiempo después. 

En 2004 reapareció con la telenovela Enigmas del más allá, tras la cual grabó Juego limpio. El escándalo llegó de nuevo a su vida cuando en 2006 hizo pública su relación con una muchacha llamada Natalia Arroyave, con quien salió durante dos años. “Nunca volvería a enamorarme de una mujer. Fue algo que pasó y ya está”, aseguró años más tarde.

En 2010, después de “haber fracasado” en La diva y haber posado desnuda en una revista, se convirtió en musulmana en El clon.

“Fue una gran oportunidad que me brindó Hugo León Ferrer, de RTI. Fue un respiro y la gente me vio en otra faceta”. Además, ese mismo año debutó en el cine con In fraganti, tras la cual regresó a televisión con Los herederos del Monte y La traicionera.

En 2012 se la relacionó con Christian Meier y ella jugó a la ambigüedad: “Estoy feliz en el amor y tengo muchas ganas de evolucionar junto a la persona con quien estoy ahora. Aunque con él es todo maravilloso, lo único que puedo hacer es esperar. Es una relación sin pretensiones ni ataduras”.

Por su parte, el actor, diecisiete años mayor, publicó en las redes sociales: “No hay que fiarse de todo lo que uno lee”.

Cierto o no, Carla pronto inició un noviazgo con Pablo César Escobar: “Es mi amigo incondicional, está dispuesto para todo. Además de llevarnos muy bien, para mí es fundamental que me entienda, me comprenda y me aguante”.

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Su primer novio conocido fue el actor John Jairo Jaimes, a quien dejó por una mujer, Natalia Arroyave.

Ni tampoco el que tuvo en 2009 con el director de cine y televisión Juan Camilo Pinzón, con quien empezó a salir cuando él dirigía la telenovela Verano en Venecia.

Esta relación despertó una gran polémica que supo lidiar con gran maestría. Su romance no llegó a buen puerto.

Más tarde viviría otro apasionado romance con Pablo César Escobar.

“Hago lo que sea en mi trabajo porque para eso me pagan”, comentó la actriz acerca de su personaje.