Mónica se da cuenta del engaño de Pilar y amenaza a Marco con desprestigiarlo profesionalmente si no le cuenta la verdad a Rodrigo. “No me volvería a acercar a ti aunque fueras la única mujer sobre la tierra. ¡Me da lástima todo lo que has hecho y no quiero volver a verte en mi vida!”, grita furioso a la diseñadora. Enloquecida por el rechazo, la mujer exige al doctor Lascuráin que le quite la vista. “Necesitas ayuda psiquiátrica”, le aconseja él.

Cansada de las mentiras que propaga Epifania sobre Sánchez, Jerónimo decide terminar su relación y le pide que se marche de Los Abedules. “Es mejor que regreses con los Galicia, pero no voy a desentenderme del niño que viene en camino”, asegura.

Inés besa a Camilo consciente de que Chalo los está viendo y anuncia que son novios. El joven sufre una gran desilusión y ahoga sus penas en alcohol hasta aparecer desorientado en las tierras del pérfido Severo. Mientras tanto, Apolonia y Rafael comienzan a preocuparse por él ya que no contesta a sus llamadas y piden a Onésimo que lo busque.

Decidido a aclarar las cosas con Aurora, Rodrigo se presenta en El Recuerdo, pero una vez más los celos le juegan una mala pasada y la expareja acaba discutiendo. “Tú sí me traicionaste con Nadia, en cambio, yo siempre te amé y respeté pero preferiste creer a Dionisio. Él está obsesionado conmigo e incluso trato de abusar de mí”, manifiesta la joven. Rafael llega en su ayuda y pide a Villavicencio que no vuelva a buscarla.

Inés, por su parte, se arma de valor y confiesa a Boni el motivo que le impide aceptar el amor de Chalo: “De jovencita, me enamoré perdidamente de un chico y al saber que estaba embarazada me abandonó. Mi padre se puso furioso y decidió mi destino: llevó a la niña a un orfanato al poco de nacer y apenas la vi” .

Al saber por Quiñones que Dionisio está denunciado por intento de violación, Rodrigo lo golpea salvajemente y busca a Mónica para que lo ayude a acercarse de nuevo a Aurora. Sin embargo, Solana solo piensa en seducirlo y le cuenta que no son primos carnales: “Honorio me adoptó tras casarse con Corina”.

Por una imprudencia de Epifania, Elsa descubre que Jerónimo está enamorado de ella. “Es cierto, es la mujer de mi vida. Mi amor nació de la admiración que le tengo y si se siente ofendida, no dudaré en irme de la hacienda”, se ve obligado a admitir el capataz.