Rafael sufre un ataque de celos tras ver a Mónica con Luis y decide colarse en su cuarto mientras duerme. Corina los sorprende juntos y se alegra: “Es un buen partido. Ojalá le acepte ya que con Rodrigo no tiene ninguna oportunidad”, piensa. Mientras, en El Recuerdo, Chalo se da cuenta de que su hermano no está y le cubre para que Apolonia no se entere.

Esa misma noche, Aurora vuelve a tener otra horrible pesadilla. Sobresaltada, se despierta y al sentir la mano de Severo en su boca lo muerde. Al oír los gritos, Villavicencio llega a su habitación y comienza a desconfiar de su estado al ver que no hay nadie. “Deberías visitar a un especialista”, propone y ella acepta. Cerca de allí, Trujillo y Macrina celebran que su plan para enloquecer a Sánchez esté teniendo éxito.

Onésimo obsequia a Apolonia con un fuete y Altagracia aprovecha para malmeter: “Da flores a todas las mujeres del pueblo”. Pasados unos días, el comisario conoce los motivos del rechazo de Ortega gracias al padre Basilio y visita El Recuerdo para aclarar las cosas. “No puedo aceptar tus regalos ni como amiga porque me prometí no dejar que ningún hombre se me acercara. Es el castigo que merezco”, responde tajante ella.

En Los Abedules se produce la llegada inesperada de Pilar, que está dispuesta a todo para reconquistar a Rodrigo. Por eso, se mete en la ducha mientras él se baña y lo besa a la fuerza. “Lo nuestro terminó para siempre. Nunca sentí amor por ti”, la rechaza él. Aurora los ve juntos y malinterpreta las cosas.

Sin dudar, Villavicencio sale corriendo tras ella y se declara: “No tengo novia. Terminé con Pilar al darme cuenta de que no la quiero. El amor lo conocí a los quince años…”. Sánchez lo interrumpe para confesarle que el sentimiento es recíproco y llevados por la emoción se dan su primer beso.

Mónica no está dispuesta a permitir que la pareja sea feliz y miente a Elsa: “A ella solo le interesa el dinero de Rodrigo”. De regreso a casa, la joven se entera de que su madrina desaprueba su relación y el veterinario sugiere mantenerla en secreto.

Por su parte, Xóchitl comienza a temer que Aurora muera por culpa de los embrujos de Macrina y duda de seguir ayudándola, pero la mujer la persuade y le entrega unos nuevos polvos: “Debes añadirlos a su comida para causarle alucinaciones”. A su vez, Severo descubre que el cadáver de Carmen fue robado por Anselmo.