Imelda reúne a los Córcega en una cena y revela lo orgullosa que está de ellos, especialmente de Audifaz, que acaba de terminar su novela. Además, aprovecha para entregar a Blanca un anillo, que ha usado su familia por generaciones, como símbolo de lo mucho que la quiere y confía en ella. “Prometí que el día que viera a mis hijos tomar su propio camino me haría a un lado. Eres una gran mujer y, a partir de ahora, te convertirás en la nueva matriarca de la familia”, afirma visiblemente emocionada.

Julieta y Robert no están dispuestos a permitir que Daniela y Gabriel renuncien a su sueño y logran poner de acuerdo a los Córcega y los Mussi. Por eso, vendan los ojos a la pareja y la llevan hasta una hermosa finca. “Bienvenidos a vuestra boda”, declaran.

Mientras Linda se encarga de vestir y maquillar a la novia, Augusto y Eugenio hacen lo propio con el novio.

Una vez listos, se dirigen al altar y, en una sencilla ceremonia, se dan el “sí, quiero”. “Llegaste para cambiar mi vida y demostrarme que puedo ser un mejor hombre. Eres mi todo, te quiero”, dice él antes de fundirse en un beso con su ya esposa. Sus familiares brindan por su felicidad y tanto Blanca como Augusto pronuncian unos emotivos discursos que conmueven a los asistentes.

Ana y Tulio firman su acta de divorcio y ella comienza una nueva vida al lado de Julián.

Con el fin de evitar que prosiga la denuncia de Marisol en su contra, Ignacio suscribe un documento en el que se compromete a velar por el bienestar de Frida o, de lo contrario, tendrá una serie de sanciones.

No es el único motivo de felicidad para la joven Córcega, ya que ha demostrado ser una gran mánager y Xavi vuelve a triunfar en el mundo de la música. Él aprovecha un multitudinario concierto para declararle su amor y pedirle que vuelva a ser su novia. “Necesito tiempo”, responde ella.

Pasados unos meses, Julieta comienza a tener contracciones y Robert la lleva al hospital. Tras un largo y complicado parto, la pareja llora de emoción al tener en sus brazos a una preciosa niña a quien llaman Blanca.

En la sala de espera, sus familiares celebran la noticia y Blanca está feliz de que su nieta se llame como ella. Por el contrario, Eugenio se muestra disgustado por el hecho de que vaya a llevar el apellido Cooper. “Es solo un trámite. Nada cambia el amor que siento por ti”, le explica Robert.

Por medio de una videollamada, tanto Hugo como Bruno conocen a la pequeña y Linda se entristece al ver a su ex. “No le he olvidado”, confiesa a Aguilar.

El negocio de Hugo es un éxito y decide independizarse con Diana. También Julieta quiere formar su propio hogar y pide a Robert que se muden de la vecindad. A pesar de que en un principio se muestra reacio, el médico acaba aceptando animado por Blanca, Eugenio y Tavo.

Entre tanto, Gabriel y Daniela abren una tienda de juguetes didácticos, Marisol acepta ser la novia de Xavi, Audifaz anuncia que hay una editorial que quiere publicar su novela y Belén se lanza a la aventura e inicia un viaje para conocer los países con los que siempre ha soñado.

Los Córcega y los Aguilar se reúnen para celebrar el bautizo de la pequeña Blanca y Bruno llega por sorpresa. Linda, al verlo, le revela que sigue amándolo y deciden tener una relación a distancia. Todo es alegría hasta que Imelda sufre un infarto y Robert, que no puede hacer nada por salvarla, llora desconsolado.