A punto de aterrizar en Colombia, el narcotraficante Marcos Herbert se da cuenta de que la policía le ha tendido una trampa y huye. Pisa tierra firme tras hallar un lugar seguro donde esconderse pero, días después vuelve a verse en peligro cuando, debido a un infiltrado, descubren su refugio.

Allí se presenta un grupo de agentes para apresarlo pero el informante pone sobre aviso al delincuente, que logra escapar de nuevo. Asustado, pide ayuda a Escobar, pero este no mueve un dedo alegando que tiene problemas más serios… Y no miente.

El juez Gustavo Zuluaga lo investiga por el asesinato de Rodrigo Lara e interroga a la esposa de uno de los policías muertos en el atentado. Como cada vez está más cerca de encontrar pruebas contra él, Pablo lo amenaza de muerte y asesina a uno de sus colaboradores. Mientras tanto, el coronel Jairo Jiménez, otro azote del narcotraficante, es condecorado por el Gobierno de Estados Unidos por su lucha contra el mercado de las drogas.

La periodista de El Espectador descubre a Escobar y a Regina juntos en un hotel, y así es como se entera de su relación amorosa. Ajenos a esto, los amantes disfrutan de su furtivo encuentro, aunque ella no le oculta su preocupación y le aconseja que haga lo posible por llegar a un acuerdo con el Gobierno colombiano. “Más pronto que tarde comenzará el proceso judicial contra ti, debes tenerlo en cuenta”, le recuerda. Días después, la población se queda aterrada con la noticia del asesinato de Zuluaga.

Con el juez muerto, el cartel de Medellín consigue transportar cocaína en los chalecos salvavidas de los vuelos comerciales a Estados Unidos. La arriesgada operación coincide con la orden de capturar y entregar a los americanos a Escobar y a sus socios después de la inminente aprobación de la Ley de Extradición.

Pese a lo complicado de la situación, el capo no se da por vencido y extorsiona a los magistrados implicados en la votación. No contento con eso, contrata a un sicario, a quien llaman Coco, para que acabe de una vez con el coronel Jiménez, que lo ha perseguido sin tregua.

Mientras tanto, Ramada, un hombre de su confianza, se pone en contacto con un importante militar cubano. Pretende que se les permita introducir su mercancía en Estados Unidos a través de su territorio. Sin embargo, la negociación resulta más complicada de lo que imaginaba.