La detención de Pedro Motoa pone en alerta a los capos porque, aunque permanece en prisión por delitos ajenos al narcotráfico, el Gobierno hará lo posible por extraditarlo a Estados Unidos. Para amedrentar al poder y que no lleve a cabo su decisión, el cartel de Medellín asesina a varias personas en la ciudad.

Tras dejar libre a Marino, el patrón lo presiona para que mate a Yesenia. En vez de eso, el sicario queda con ella dispuesto a huir juntos, pero los hombres de Escobar se enteran y se presentan en el lugar acordado. El tipo, al verlos llegar, acaba con la vida de su amante para salvar la suya.

El matón recibe luego un nuevo encargo, que realizará con Pabón: volar por los aires la estatua levantada en honor al periodista asesinado Guillermo Cano. Aun así, el nuevo ministro sigue con sus planes y obtiene una orden de extradición para Motoa. Además, consigue otra de captura para Escobar con el mismo fin: que sea juzgado en Estados Unidos.

Poco después de instalarse en el edificio Mónaco, Pablo contrata a Miguel, un antiguo jefe paramilitar que se ocupará de la seguridad en contra de la opinión de sus hombres. Ajeno a lo que se le avecina, un día el patrón se reúne con Pedregal a varios kilómetros de allí. De repente, la conversación se ve interrumpida por una llamada que informa al coronel de que la residencia de Escobar ha sido seriamente dañada debido a un coche bomba.

De inmediato, Pablo se dirige a su casa y pierde los nervios cuando ve que todo está destruido. Su odio aumentará hasta límites insospechados cuando uno de los bomberos que intenta apagar las llamas le dice que toda su familia ha sido trasladada al hospital, donde llega justo cuando Daniela está siendo operada de urgencia. Fuera de sí, irrumpe en el quirófano y, tras besar con ternura a su hija, amenaza a los médicos con matarlos si no la salvan.

A la mañana siguiente, la ciudad aparece forrada de fotos del narco que prometen una jugosa recompensa a quien proporciones información sobre su paradero. Lo mismo hace Escobar con la imagen de Aristides y, además, entra en contacto con terroristas españoles para que enseñen a sus hombres a montar coches bomba.