El asesinato de Guillermo Cano, director de El Espectador, ha provocado una reacción sin precedentes en Colombia. Reporteros y colaboradores del diario más importante del país recorren las calles de Bogotá, la capital, para dejar claro al cartel de Medellín que seguirán luchando contra el narcotráfico, como lo hizo el periodista. “Debemos continuar su legado, no podemos dar marcha atrás”, se comprometen durante la marcha.

A modo de protesta, desde ese día y durante varias semanas tanto los medios de comunicación escritos como los audiovisuales se niegan a dar noticias sobre Pablo Escobar y los suyos.

Al menos en apariencia, al patrón no le afecta la decisión y sigue con sus actividades delictivas sin importarle a quién deba eliminar para que prosperen.

Patico, sin embargo, está a punto de tocar fondo pues cada vez le resulta más difícil estar junto a un hombre que no parece tener escrúpulos. Las discusiones con su esposo van en aumento por lo que Pablo, cansado, le sugiere que lo abandone.

La propuesta pone a la mujer en una situación complicada porque no contempla la vida sin su marido y se engaña pensando que en realidad no está implicado en los crímenes de los que se le acusa. Doña Eneida también acepta la situación aunque sabe que su hijo es culpable.

La Corte Suprema colombiana rechaza una vez más la posibilidad de activar el tratado de extradición, al tiempo que el mayor Arístides captura a Crisanto por narcotráfico. Los cabecillas del cartel temen que su socio los delate y ordenan a Chili y a Topo que lo amenacen con matar a su familia si se va de la lengua.

Mientras tanto, el patrón manda asesinar a Ernesto Chacón, el nuevo ministro de Justicia, que se encuentra en Hungría. Aunque el atentado resulta fallido, Escobar no se siente perdedor porque ha dejado patente su poder también en Europa.

Además, ha encontrado la solución para que Herbert deje de ser un problema debido a su violento comportamiento con sus socios. En vez de eliminarlo, decide entregarlo a las autoridades, que articulan un operativo especial para atraparlo en casa. Siguiendo las indicaciones del patrón, ningún miembro del cartel va a ver a Marcos. Este intenta huir escondido en una maleta, pero no logra escapar de la policía.