Tras romper su relación comercial con El Alguacil y dispuesto a ser alguien en el mercado de la droga, Escobar compra una finca a las afueras de la ciudad para procesar la cocaína. En este nuevo proyecto, su primo Gonzalo estará a su lado.

Satisfecho con el incipiente negocio, organiza una fiesta para la gente del lugar con Gonzalo y su amigo Fabio, a quien confiesa que está enamorado de su hermana, Patricia. El joven no se toma bien la noticia.

En la celebración se presenta por sorpresa el antiguo socio de Pablo y le insiste en que vuelvan a trabajar juntos, pero el narco no parece estar de acuerdo. De repente, un comando de policías irrumpen en el local y se llevan arrestado a El Alguacil.

Días después, Escobar se da cuenta de que un tipo que trabaja en el lugar donde compra la pasta base de la cocaína los delata a las autoridades. Así, varios agentes les roban el dinero cada vez que van a por la mercancía.

Furioso, le tiende una trampa con ayuda de Gonzalo y lo asesina. Luego, para congraciarse con Fabio y que acepte la relación con su hermana, le ofrece entrar en el negocio y le regala el terreno donde se desarrolla. Al día siguiente convence a Patricia para que lo acompañe a Cali, donde se casan en secreto.

Héctor, un alto cargo de la policía que investiga a Escobar, envía a uno de sus hombres para que se haga pasar por un empleado del narco y descubra detalles del cartel. Gracias a eso, decomisan un cargamento procedente de Ecuador y Pablo y Gonzalo son detenidos. Fabio se preocupa al saber que ahora es su cuñado.

Tras intentar sobornar sin éxito a los agentes, Escobar envía una corona fúnebre a la jueza Magdalena, que llevará su caso. Está convencido de que entenderá el mensaje y los dejará en libertad. Aunque la magistrada se queda horrorizada cuando la recibe, no se deja amedrentar.

Poco después, Gonzalo y su primo se fugan y lo primero que hacen es asesinar a los agentes que los arrestaron. Luego, Pablo empieza a sospechar que El Alguacil quiere matarlo. Aun así, contacta con Graciela, la mujer que él le presentó años atrás, para que venda su droga. El acuerdo al que llegan solo será una de las buenas noticias que recibirá en esos días. La mejor se la da Patricia: “Estoy embarazada”.