Ser homosexual en Papá a toda madre no tiene que ver con su atractivo, opina Raúl Coronado: “Eso son solo estereotipos”. Pero no es la primera vez que encarna a un personaje de este tipo: lo hizo en teatro y, después, con desnudo incluido, en la película Cofradía, junto a Juan Vidal. En la vida real, y aunque al público le sorprenda, tiene novia y un hijo.
¿Fue difícil dar vida a Rodrigo?
En absoluto. Todo fue disfrutar y lo pasé genial junto a Andrés Zuno (Rafael Restrepo). Hicimos un gran equipo, actuando de una forma muy natural, sin complejos y hablando mucho de cada escena. El tema se afrontó con respeto y estudiándolo bien. Era el primer beso entre homosexuales en una televisión mexicana en abierto.
¿Tienes amigos gays?
Sí, muchos, y son personas muy queridas para mí. Creo que hay que quitar ya esa palabra, son simplemente seres humanos. Con Rodrigo, me di cuenta de que somos un país muy atrasado en este tema. La violencia contra los homosexuales es una falta de respeto que todavía sucede.
¿Qué pensaste cuando te ofrecieron este papel?
Salté de emoción al ver el equipo de producción y cómo iban a tratar el tema de esta pareja.
¿Te decían algo por la calle?
Al verme con mi mujer y mi hijo, me preguntaban si yo no era gay (risas), pero nunca he sentido homofobia, todo lo contrario.
¿Crees que la adopción tiene que ser válida para todo el mundo?
El derecho a tener un hijo es para todos. Y la adopción es una forma de lograrlo.
Siempre te vemos musculoso. ¿Te cuidas mucho?
El deporte forma parte de mí. Voy al gimnasio, me gusta correr en un bosque cerca de mi casa, boxeo, hago barras...
La novela Vino el amor te brindó tu primer papel importante.
Ese trabajo fue maravilloso. Aprendí mucho e hice grandes amistades, que aún conservo. Creo que es muy importante que las relaciones trasciendan fuera de los estudios de grabación.
¿Qué tipo de personajes buscas?
Me interesan todos porque cualquiera puede hacerte crecer. Quiero trabajar en toda clase de producciones y aprender de todos los compañeros.
¿Cómo decidiste ser actor?
Me gustaba la guitarra y sabía que iba a estar sobre un escenario, pero desconocía cómo. Cuando empecé a estudiar Actuación en Televisa, sentí un flechazo. Luego hice teatro y me enamoré más. Ahí sigo y seguiré.
¿Te costó dejar Monterrey para instalarte en Ciudad de México?
Sí, fue difícil alejarme de la familia y los amigos para aventurarme a algo nuevo. Pero en la vida hay que sufrir, cambiar y salir de la zona de confort.
¿Te mudarías a otro país?
Solo lo haría por motivos profesionales y si no supone un inconveniente para mi familia. Eso sí, siempre regresaría a mi país. Amo México, me siento muy agradecido y feliz aquí.
Tienes un hijo, ¿qué tal padre eres?
Yo creo que muy bueno, pero eso lo dirá él cuando crezca (risas). Es un bebé hermoso y aprendo mucho a su lado. Me gustaría que creciera respetando a los demás.
Tu chica también es actriz. ¿Complica eso las cosas?
Al contrario, creo que es lo perfecto, porque nos entendemos y cuando uno está ocupado, el otro se encarga del niño.
¿Le molestaba verte besando a Andrés en Papá...?
No le importaba; nos llevamos los tres muy bien. Cuando sí se pone celosa es al verme besar a otra mujer en una novela. Me pide que cambie de canal.
¿Qué proyectos tienes ahora?
Estoy en La jefa del campeón, con África Zavala. Mi personaje es un hombre muy trabajador, entrañable y lleno de energía. También espero que me respondan de un proyecto de teatro.
¿Cuáles son tus aspiraciones?
Seguir creciendo como actor. Sueño con hacer una actuación formidable por la que me aplaudan. A nivel personal, deseo que mi hijo esté siempre bien, tenga un trabajo constante y digan cosas buenas de él.
¿Qué virtudes y defectos tienes?
Soy muy trabajador y a veces me paso, llegando a descuidar otras cosas. Quitando eso, soy buena gente (risas), un hombre pacífico, estudioso, aplicado y que disfruta con todo.
