Furiosa, Rebeca no asimila su despido y advierte a Plutarco de que se vengará: “Esto no va a acabar así. Para algo soporté ser tu amante durante tantos años”. No obstante, él no se amedrenta: “Será mejor que desaparezcas de mi vida porque no sabes hasta dónde soy capaz de llegar”. De hecho, pide a Onésimo que le dé un escarmiento.

Más tarde, durante una junta en Grupo Imperio el pérfido Ramos anuncia que hay una vacante en el departamento de relaciones públicas: “Rebeca ya no trabajará más para nosotros”. La mujer sale de su despacho maldiciendo con sus pertenencias, acompañada por Renato, y tanto Eva como Helena no pueden evitar burlarse de ella: “Cosechaste lo que sembraste. Por eso, nadie te apoya”.

A la pensión empiezan a llegar mujeres para una entrevista de trabajo y Mim’, al verlas vestidas de manera muy sensual, cae en la cuenta de los verdaderos planes de su prima: “Quiere poner una casa de citas y no un spa”. Indignada, la amenaza con denunciarla a la polic’a, pero cambia de opinión cuando Eva le asegura que le tocará explicar por qué usurparon su identidad.

Marcela escucha los consejos de sus amigas y decide no renunciar a su puesto en Grupo Imperio. “Eres una egoísta”, le espeta Fernando cuando se entera. Por el contrario, el licenciado Morales sí le da buenas noticias y en unos días podrá cobrar la indemnización por su accidente. Lejos de cumplir con las órdenes de su patrón, Onésimo propone a Rebeca abandonar juntos el país. “Eso sí, hasta que no seas mía no te demostraré que tengo en mi poder los tres millones de dólares”, asegura.

Al anochecer, Claudia se escapa con Daniel y van a un mirador. All’, le cuenta su historia familiar y después de beber unas cervezas, se besan. “De ahora en adelante no habrá nada más importante que tú”, dice el joven para convencerla de tener relaciones.

De regreso a casa, ella se muestra muy cari–osa y le recuerda que fue el primer hombre en su vida. “Lo que pasó ya fue. No empieces con que quieres verme a diario ni ser mi novia”, responde él cortante. Y añade: “No voy a dejar a Jennifer. Estás obsesionada con lograr lo que tu mamá no pudo, dejar de ser la segundona”.

Al escuchar ruidos en la cocina, Marcela, asustada, coge un bate y cuando llega descubre que Fernando no está ciego. “¡Eres un sinvergüenza! ¡Me duele que hayas jugado con el sufrimiento de toda la familia y todo porque no puedes aceptar que esté realizándome cono mujer!”, grita. Decepcionada, contacta con el licenciado Morales para retirar la demanda contra la empresa de Merino y solicita el divorcio. “Quiero que te vayas de la casa”, dice a su esposo.

Eva se reúne con el Chino y le dice que le pagará con una mujer exuberante por la mercancía que le guardó. Una vez en la pensión, escucha una conversación entre Mimí y Juan Carlos y se entera de que planean traicionarla a pesar de que aceptaron asociarse con ella. De inmediato, saca una pistola y amenaza con disparar.

Por suerte, aparecen las autoridades y detienen por asociación ilícita y contrabando a la pérfida mujer, que es conocida como Yadhira Rivers. “Yo soy Eva María León Jaramillo, viuda de Zuloaga”, se defiende desesperada, pero tanto Mimí como Dagoberto, que aparece malherido en silla de ruedas y es quien la ha denunciado, lo niegan.

Eduardo se pone muy feliz al recibir la visita de Lalito y habla con su hija para que le permita pasar más tiempo con a él. Lucía se lleva una desilusión con Sebastián al ver que solo busca sexo y no una relación estable. Santiago la consuela: “Eres una gran mujer y muy pronto tendrás a muchos hombres dispuestos a conquistar tu corazón”. Como agradecimiento, ella le da un beso, él le corresponde y en un arrebato terminan haciendo el amor. A la mañana siguiente, el ejecutivo se arrepiente y decide irse a su apartamento.

Mientras que Yadhira será extraditada a Estados Unidos para ser juzgada, Mimí encuentra una carta que le dejó Dagoberto a modo de despedida: “Perdón por anteponer mi ambición, te quiero”. Ella se derrumba al sentir que está muy sola y toma una drástica decisión. “Me regreso a Sinaloa”, comunica a Juan Carlos.

Plutarco, por su parte, planea vengarse de Helena y pide ayuda a Rául para el fraude de Fidsa. “Deberías buscar otro trabajo porque el proyecto de Playa Majahua está llegando a su fin”, sugiere con maldad a su exprometida.

Desde su encuentro con Daniel, Claudia está muy deprimida y no deja de llorar. “Estuve por primera vez con un chico y no fue como imaginaba. Solo me usó para pasar el rato”, termina confesando a Eugenia. Para ese entonces, el joven disfruta de una excursión escolar con Jennifer.