A pesar de sus deseos por volver a la capital, Helena se ve obligada a pasar la noche con Ramos en Itxapa. Cuando empiezan a hacer el amor, suena la alarma de incendios. Los huéspedes salen de sus habitaciones gritando y la pareja se queda totalmente desconcertada. “Yo la activé porque no quería que estuvieras con Plutarco”, revela más tarde Juan Carlos a su amada.

Fernando se reúne con un joven en un café para que le haga una credencial de una empresa.

En una junta, un ejecutivo comenta a Adriano que una compañía le ha propuesto asociarse para impulsar el turismo gay. “Eso jamás”, asegura tajante Reyes. Renato trata de disimular su incomodidad y agradece a Lucía que finja ser su novia para ayudarlo. Además, ambos acuerdan seguir así hasta que pase el aniversario de Grupo Imperio.

Angélica no está dispuesta a ponerle nada fácil el divorcio a Santiago y lo amenaza por teléfono: “Si quieres ser un hombre libre vas a tener que pasarme una pensión”. Zárate trata de tranquilizar a su amigo y le recuerda que su matrimonio fue en Las Vegas por lo que no tiene efecto ante la
ley, a menos que lo haya validado en México. Devastado, el empresario revela que sí lo hizo.

Por casualidad, Marcela ve la credencial de su esposo en casa y pensando que se le ha olvidado va a llevársela. Una vez allí, el encargado afirma que no hay ningún Fernando en la plantilla y que ese documento es falso. Muy decepcionada, la mujer se apoya en Helena y Eva, que sorprendentemente da la cara por Contreras, pero es en vano. “Sé que me engañó para no tener que hacer las tareas de casa”, sentencia ella.

Carmen cada vez se encuentra más enferma y Modesto la presiona para que se comunique con sus hijos. Ajena a esto, Claudia sigue molestando a Eugenia y pide a Kevin que la ayude a hacerle una broma. A su vez, este busca la colaboración de Daniel, que acepta a cambio de que consiga que Jennifer lo perdone.

Horas después, Eugenia recibe la llamada de un supuesto productor y se lo cuenta muy emocionada a su representante.

A petición de Adriano, Eva acompaña a Helena a la reunión con la organizadora de su boda. Llena de celos, la secretaria rechaza todas sus propuestas y se porta de manera muy grosera.

De regreso a la oficina, la mujer debe soportar los reproches de Plutarco al saber que sus padres van a divorciarse: “No me cuentas cosas importantes de tu vida y, a veces, me siento desplazado”.

Precisamente, en ese instante y lejos de allí, Silvia se reúne con un abogado para que resuelva su situación legal: “No quiero saber nada de Eduardo”. Además, se plantea comprar el vivero.

Cansada de mentiras, Marcela enfrenta a Fernando y le da un ultimátum para que consiga trabajo: “Tienes dos semanas, de lo contrario, quiero que te vayas de la casa”. Kevin y Jennifer están cansados de las continuas discusiones de sus padres y se acercan a Grupo Imperio para tratar de averiguar qué sucede. “Vuestro padre fue despedido por cometer un fraude”, les revela Rebeca.

En un encuentro con Caballero, Helena le dice que creía que era el hombre de su vida, pero tras tantas mentiras ha cambiado de opinión. Sin embargo, a solas con Eva abre su corazón: “Por más que lo intento no puedo olvidarlo. Lo amo con toda mi alma”.

A sabiendas de que le quedan pocas horas de vida, Carmen suplica a Eugenia que encuentre a su hijo Luis. Con la ayuda de Eva, descubren que es Renato y lo convencen de que vaya a verla. “Perdóname por haberte dado la espalda cuando más me necesitabas”, manifiesta y cuando va a
dedicarle unas palabras a Claudia, sufre una crisis y muere.

Lejos de allí, Lalito le cuenta a Helena la trampa que hizo en el concurso de ciencia animado por Plutarco. No es su único problema, ya que el gobernador de Playa Majahua la visita para advertirle que demandarán a Grupo Imperio si Fidsa no cumple con sus acuerdos.