Helena comunica a Lalito que Juan Carlos tuvo un accidente mortal y el pequeño se pone muy triste. Más tarde, acude al funeral de Caballero y al ver que un grupo de mujeres llega a darle el último adiós, se siente engañada. Eugenia, por el contrario, no muestra ni un ápice de dolor. “Nuestro hijo está vivo. Yo estuve con él”, asegura a Modesto, que no da credibilidad a sus palabras. Entre tanto, en Grupo Imperio buscan rápidamente un sustituto y Reyes nombra vicepresidente a Plutarco.

Con la ayuda de Mimí, Caballero se esconde en una pensión: “A mí también me acusaron injustamente en el pasado. Tranquilo, no voy a denunciarte a la policía. Además, soy maquilladora profesional y puedo transformarte en otra persona”. Dicho y hecho, ya que lo disfraza de anciano para que pueda acudir a la boda de Santiago y nadie lo reconoce.

Los invitados del enlace están más preocupados por varios sobresaltos. Helena declara que Escudero jugó con los sentimientos de una buena mujer, pero Lucía dice no conocerlo. Las murmuraciones se desatan y Moreno, avergonzada al darse cuenta de que en la invitación pone Santiago y Patricia en lugar de Sebastián y Paloma, sale corriendo. Cuando van a reanudar la ceremonia, irrumpe Angélica asegurando que, aunque se case con otra, a quien ama es a ella. Paty pregunta a su novio y él, que no sabe qué hacer, huye de la iglesia.

En playa Majahua, un lugareño pregunta a Plutarco si viene de parte de Helena pues no tratarán con nadie que no sea ella. El gobernador ratificará esta decisión cuando el empresario trata de sobornarlo. Sin más opción, ofrece a Moreno trabajar de nuevo en Grupo Imperio y ella, agobiada por su situación económica, acepta. No obstante, todo no son buenas noticias. “Pediré la patria potestad de Lalito”, informa Eduardo en una llamada.

Mimí pasa toda la noche pensando en cómo recomponer la vida de Juan Carlos y da con la clave: “Voy a convertirte en Eva María León Jaramillo, una prima mía. Te aseguro que nadie te reconocerá”. Acto seguido, empieza a depilarlo y le pone unas prótesis de nariz, culo y pecho, así como una larga peluca y unas gafas. “Estás estupenda. Ahora la prueba de fuego: salir a la calle”, exclama. En el paseo, confirman que el engaño funciona, pues unos obreros le dicen piropos al pasar a su lado. “Estoy listo para ir a la oficina y demostrar mi inocencia”, piensa él feliz. Así lo hace y se gana la confianza de Antonia, consiguiendo un contrato.

Lejos de allí, Fernando sorprende a Jennifer besándose con su novio y, muy enfadado, culpa a Marcela de que su hija pueda quedarse embarazada. Días después, el joven termina con Contreras por miedo a su padre.

Lalito sufre las burlas de sus compañeros por no conocer a su padre y se escapa de la escuela. Por casualidad, es Eva quien lo encuentra en un parque y lo consuela. Cuando recibe la noticia, Helena se pone a buscarlo inmediatamente con ayuda de Plutarco y Onésimo y llegan al mismo lugar, acusando a la mujer de retener al pequeño contra su voluntad. “Es un error. Solo quería tranquilizarlo”, afirma.

Paty, por su parte, sigue molesta por la humillación de Santiago, pero este se muestra muy arrepentido y decide darle otra oportunidad. “Quiero que vuelvas a pedir mi mano”, exige ella. Con un apasionado beso, la pareja celebra su reconciliación.

Ya en la oficina, Helena recrimina a su nueva compañera que no la avisase de que estaba con su hijo: “Espero que no vuelvas a meterte en mi vida personal”. Por si fuera poco, debe lidiar con la hostilidad de Santiago y Rebeca, que se ha percatado del interés que muestra Plutarco por ella. “No permitiré que me quite a mi hombre”, asegura a Angélica.