Eva le dice a Antonia que su marido no va a poder pasar tiempo con ella porque tiene una importante reunión y la convence de salir a divertirse. No obstante, cuando están en una tienda de ropa, Reyes se desmaya y es trasladada al hospital. Mientras, Plutarco disfruta de la compañía de Helena y Lalito y no atiende las llamadas para avisarle de lo ocurrido.

Adriano busca a Fernando para realizar una presentación con unos clientes, pero como todavía no ha llegado, le pide a Santiago que se encargue él. “No estoy capacitado”, se excusa. Para sorpresa de todos, Marcela se ofrece voluntaria y logra cerrar el acuerdo. “Quiero que seas la nueva codirectora comercial”, asegura el presidente de Grupo Imperio y ella acepta ilusionada.

Finalmente, Plutarco se entera de lo que le ha ocurrido a su mujer y llega al hospital cuando está a punto de recibir el alta. “Debe cuidarse o pondrá su vida en riesgo”, le informan los doctores. De regreso a casa, Antonia encuentra en la chaqueta de su esposo el recibo de un pago que ha hecho en Toluca y se convence de que la engaña con otra.

En Grupo Imperio, Helena se topa con Eva y reprocha a Ramos haberla contratado de nuevo. Más tarde, la mujer encuentra por casualidad un disco y se queda de piedra al ver que contiene un vídeo donde Juan Carlos, además de declararle su amor y pedir perdón por irse, le dice que debe buscar pruebas para demostrar su inocencia. “Sigo amándolo”, revela muy afectada a su asistenta.

Antonia telefonea a Plutarco mientras está con Rebeca y este pone como pretexto una reunión para llegar tarde a casa. Por si no fuera suficiente, va a la oficina de su esposo y encuentra una tarjeta de agradecimiento de Moreno. Desesperada, busca a Eva. “No hay dudas, me es infiel. Desde hace tiempo, me evita para no tener intimidad conmigo”, dice entre lágrimas.

Para celebrar su ascenso, Marcela invita a cenar a su familia a un restaurante. Allí, se encuentran con el licenciado Vargas, quien se deshace en halagos hacia la mujer y Fernando, lleno de celos, trata de agredirlo.

Con el paso de los días, Helena y Eva se hacen amigas y esta última consigue cerrar una reunión con Diego Fonticoda para que reconsidere su negativa a hacer negocios con Grupo Imperio. Cuando Moreno llega, se sorprende al ver que el empresario le ha preparado una cita romántica y deja las cosas claras: “Prefiero perder mi trabajo antes que mi dignidad”. Arrepentido, él se disculpa y firma el contrato.

Al creer que Plutarco la engaña con Helena, Antonia se derrumba y trata de quitarse la vida. Por suerte, Eva llega a tiempo y evita que cometa una locura: “Para que alguien te ame, primero tienes que hacerlo tú”. Por eso, Mimí cambia su ropa, la maquilla y la convence de seguir una dieta y hacer ejercicio.

Tras verla con un muchacho, Adriano enfrenta a Paola, pero ella niega que sea su novio y le propone salir a festejar que acaba de licenciarse en Turismo. Ambos terminan la noche haciendo el amor y Legarreta le pide de nuevo que le dé trabajo en Grupo Imperio.

Cindy y Vero, por su parte, cuentan a Eva que la única pista que tienen de Maximiliano Montes fue que trabajó en una cadena de hoteles de la competencia. En ese instante, Mimí se presenta en la empresa para vender sus productos de belleza.

Modesto se cruza con Helena y le asegura que Juan Carlos jugó con ella: “Solo fuiste uno más de sus caprichos”. En cambio, Eugenia le muestra un anillo y la carta que dejó su hijo antes de irse y ella se da cuenta de que sus sentimientos sí eran sinceros.

Pero la felicidad le dura poco ya que Eduardo le prohíbe que se lleve a Lalito a la casa que le ha conseguido Plutarco. “He interpuesto una demanda para quedarme con su patria potestad”, anuncia para enfado de Silvia.