Resat Yasaran se queda sin habla cuando abre el periódico y lee las noticias. Pese a los desesperados intentos de su hijo Selim por ocultar lo ocurrido, la violación de Fatmagül ya está en boca de todos.

Mientras, en Estambul, la muchacha está ansiosa por reencontrarse con su hermano que muy pronto se mudará junto a Mukaddes. Al enterarse de que los Ketenzi llegarán en breve, Kerim toma la decisión de dejar a su esposa con ellos y huir al extranjero.

Lo que no imagina el joven es que Ebe Nine llegará muy pronto a la ciudad, pues debido al escándalo en el que se ha visto envuelto su sobrino todos le han dado la espalda.

Sediento de venganza, Mustafá toma el autobús a Estambul y en el trayecto se encuentra con Asu. Esta, compadeciéndose del joven, que no tiene ningún lugar donde pasar la noche le ofrece compartir el apartamento en el que ella se alojará.

La llegada de Nalçali unida al odio con que lo mira su esposa hacen que Kerim acelere los preparativos de su huida, pero Mukaddes, que ha empezado a sospechar, está dispuesta a impedirlo como sea.

Ebe Nine se encariña con la mujer de su sobrino desde el primer instante en que ambas se ven y se convierte en su más ferviente defensora, sobre todo, respecto a la envidiosa Mukkades.

Ignorando el tipo de hombre con el que está prometida, Meltem se presenta en casa de Fatmagül culpándola de los problemas que está teniendo Selim.

Al contrario de la seguridad que muestra Yasaran, los remordimiento atormentan cada vez más a Vural para preocupación de su madre, que no entiende qué le sucede.

Días después, Kerim, Selim, Erdogan y Vural son llamados a comisaría para declarar y Turaner Alagöz, nada más enterarse, cancela el compromiso de su hija. “¡No voy a permitir que mi familia se vea envuelta en semejante escándalo!”, exclama.