La convivencia entre Mukaddes y Rahmi no mejora y vuelven a tener una nueva discusión cuando este se dispone a cumplir el deseo del pequeño Murat de ver a Fatmagül. “¡Por supuesto que no! Esa mujer me echó y se pasa el día criticándome. ¡Si os vais, no regreséis!”, grita furiosa ella. No obstante, su marido se impone: “Si estamos aquí es gracias a ti. Como siempre todo es tu culpa”. Horas después, ambos disfrutan de una agradable velada en la casa de Kadir.

Al intentar entrar en sus cuentas, Resat se percata de que alguien ha suplantado su identidad y sospecha de Münir. No se equivoca y con el apoyo de Perihan lo sorprende cuando abandona el banco con una gran suma de dinero. “Eres un sinvergüenza. Te aprovechaste de mí por años”, recrimina a su socio a la vez que le arrebata el maletín.

Sinem quiere ayudar a otras mujeres violadas Tras varios meses en Estados Unidos, Sinem regresa al país y visita a Fatmagül para hacerle una tentadora oferta: “Me gustaría
contar tu historia en un libro. Es muy especial y será un halo de esperanza para mujeres en tu misma situación”. En un principio, la joven se muestra reacia, pero animada por Ebe ine y Kerim, termina aceptando.

La relación entre Meltem y Mert está cada vez más consolidad y durante una romántica cena, él la sorprende con un anillo de compromiso: “Sé que es difícil volver a confiar, pero soy el hombre adecuado y quiero hacerte feliz. ¿Aceptas ser mi esposa?”. Sin dudar, la joven le corresponde con un beso. Al conocer la noticia, Ender se alegra por su hija, pero no puede evitar aconsejarle para que no repita errores del pasado: “Recuerda que tú eres la dueña de tu vida siempre”.

Los Yasaran, que se refugian en casa de Yadigar tras quedar en la ruina, se emocionan cuando Selim los visita por sorpresa. Desconocen que Münir los está vigilando y ha dado aviso a las autoridades. Instantes después, varias patrullas lo arrestan justo cuando Mukaddes se acerca para hablar con Perihan. “Yo lo denuncié”, se excusa cuando Kadir y Omer la cuestionan.

La noticia de la detención se propaga rápidamente y los periodistas aguardan a las puertas del juzgado a que acuda a declarar. Una vez allí, Selim reitera su inocencia y descubre que Münir fue quien lo traicionó. “Hice lo correcto. Soy un hombre de justicia”, afirma este ante las increpaciones de la familia Yasaran.

También Rahmi está muy afectado por los últimos acontecimientos y toma una drástica decisión. “Quiero divorciarme. Pensaba que cambiarías, pero mi paciencia se acabó y ya no confió en ti”, dice a Mukaddes. Fuera de sí, la mujer se niega a aceptarlo y acude al restaurante para enfrentar a Ebe Nine: “No fue suficiente con echarme, ahora queréis separarme de mi familia”. Lejos de calmarse, la discusión va a más y la mujer pronuncia unas palabras sin pensar en el daño que pueden hacer: “Está bien, cogeré a mis niños y me iré. El juez me apoyará porque Elif es un bebé y Murat no es tu hijo”. El pequeño escucha todo desde el baño y llora desconsolado.

Ajenos a esto, Kerim y Fatmagül viven sus mejores momentos como matrimonio. Aprovechando un viaje de él por trabajo, deciden pasar el fin de semana en el hotel donde se resguardaron de la tormenta el invierno pasado. “Te amo tanto”, declara ella después de hacer el amor. Lo que no espera es encontrarse allí con Cristine, la ex de su esposo, y que los celos se apoderen de ella.