Tras el disparo de Mustafá, Selim es operado con éxito ya que la bala no perforó órganos vitales y en unos días estará de regreso en casa. Resat le dice a Meltem que su esposo intentó suicidarse con la intención de que empiece a preocuparse por él. No contento con esto, el empresario lleva al hombre a su casa y le ofrece dinero. “Tengo el poder de meterte en la cárcel para toda la vida, pero no lo voy a hacer”, lo amenaza. Lo que no sabe es que Erdogan está atento a su conversación.

Al día siguiente, Kerim debe presentarse en comisaría y Ebe Nine lo acompaña. A su vez, Fatmagül se enfrenta a su pasado al tener un inesperado reencuentro con Nalcali. Rahmi no llega a descubrirlos, en cambio, Mukaddes sí. Muy alterada al estar convencida de que volverá a por ellos, obliga a su esposo a salir a buscar una nueva casa.

Ebe Nine se presenta en las oficinas de los Yasaran y les recrimina la paliza que le dieron a Kerim. Además, exige que se alejen para siempre de su familia y de Fatmagül. “Ella no va a denunciar. Solo quiere llevar una vida tranquila”, asegura.

Por su parte, Mustafá comienza a acostumbrarse a los lujos y presiona a Resat para que le dé más dinero sin darse cuenta de que solo están utilizándolo. Münir se ve obligado a intervenir y le recuerda que aún tienen la pistola para incriminarlo.

También Kerim comienza a buscar una nueva casa y alberga esperanzas de que Fatmagül pueda amarlo algún día. En uno de sus intentos, compra unas alianzas, pero al entregárselas ella las rechaza indignada. La joven quiere ser independiente y trabajar. Con el apoyo de su esposo, en poco tiempo consigue que la contraten en el restaurante donde celebraron el Año Nuevo para cocinar y servir a los clientes. Eso sí, antes de comenzar se coloca la alianza de casada para evitar malentendidos.

Lejos de allí, Münir y Erdogan preparan una entrevista con Mustafá para ofrecerle un puesto en la empresa, aunque antes deben calmar a Meltem pues está haciendo numerosas preguntas tras descubrir los vínculos de Nalcali con Ketenci.

A la vez que se afianza en su trabajo, Fatmagül muestra su deseo de examinarse para terminar sus estudios y Kerim le compra un ordenador para ayudarla. A solas, Mukaddes aprovecha internet para tratar de encontrar a Salih, un amor de su adolescencia.

Su búsqueda surte efecto y sale a reunirse con él sin imaginar que Kerim y Fatmagül la han visto coger un taxi. “Él me pidió que abortara y luego me abandonó”, recuerda con nostalgia durante el viaje. Nada más verla, Salih la reconoce y la invita a su oficina pues ahora es gerente de una empresa. De regreso a casa, la mujer asegura que había salido de compras, pero nadie la cree.

Para acallar las dudas de Meltem, Resat la convierte en accionista de la empresa y le recalca que “ya es una más de la familia”. Erdogan, por su parte, aprovecha un descuido de los empleados para entrar a la oficina de su tío y llevarse la pistola de Mustafá.

Kerim recibe una carta de Australia a nombre de Fahrettin Ilgaz, su padre. De inmediato, la rompe diciendo que no quiere saber nada de él y se marcha, según dice, a tomar una copa.

De nuevo, Mukaddes va a encontrarse con Salih y Ebe Nine la sigue sin que se dé cuenta. “Es hora de que te hagas cargo de tu hijo”, recrimina la mujer a su viejo amor. Sin tardar, la señora informa a su protegido y Fatmagül de la noticia y los tres acuerdan no decir nada a Rahmi.

Sin embargo, el hombre se acaba enterando y queda destrozado. Ketenci recoge sus cosas y abandona la casa con Murat para buscar a al padre del niño.

Siguiendo con su plan, Erdogan ordena apuñalar a Mustafá. Por suerte, salva la vida al ser operado con rapidez y, en medio de delirios, cree que Fatmagül ha ido a verlo y lo ha perdonado.