Al conocer que Mustafá está a merced de los Yasaran, Asu huye de casa a altas horas de la madrugada con la ayuda de Samin. “Sé que está contigo. Por favor, dile que la amo y que vuelva a mi lado. Es la madre de mi hijo”, ruega Nalcali por teléfono al amigo de su esposa. Más tarde en el vestíbulo del hotel, la mujer sufre un desmayo y Fahrettin Ilgaz, que también se está hospedando allí, la atiende.

A pesar de la prohibición de su padre, Deniz aborda a Kerim y le revela el vínculo que los une: “Soy tu hermana y vine desde lejos para verte. Por favor, no me rechaces”. Al ver que su marido no reacciona, Fatmagül toma la palabra e invita a la joven a tomar un café para que se conozcan.

Después de buscar información sobre Erdogan en internet, Nil lo rechaza: “No quiero volver a verte”. De todas maneras, él se presenta en el hospital y, tras asegurarle que todo es una mentira orquestada por sus enemigos, le pide que le dé una oportunidad. “Si insistes voy a denunciarte a la policía”, zanja la mujer.

Lleno de rabia, se refugia en el alcohol y maldice a Fatmagül. Luego se cuela en su casa y justo cuando se dispone a dañarla, llega Rahmi con Murat y sus amigos. Por eso, debe esconderse en la bodega durante largas horas hasta que Kadir descubre su coche y todos se alarman. Mientras la policía lo busca, él logra huir sin ser visto y acude a denunciar que le han robado su vehículo.

Antes de abandonar el hotel, Asu deja una reveladora carta a Fahrettin: “La fecha del juicio se acerca y ellos tienen nuevas estrategias. Pon atención a Mustafá”. Ajeno a esto, el hombre recibe la noticia de que Emin ha sufrido un infarto y va a verlo, pero es demasiado tarde. “Tú mataste a tu padre, su corazón no puedo soportar la vergüenza. Vete con esa mujerzuela”, grita Halide presa del dolor. Luego Mustafá, al verla más tranquila, le pide perdón
y se funden en un abrazo.

Deniz, por su parte, comparte todo el tiempo posible con Kerim y se da cuenta de que algo sucede en su matrimonio. Será Mukaddes la encargada de ponerle al corriente de la historia de Fatmagül. “Sufriste tanto… Eres una mujer admirable”, asegura a su cuñada con los ojos inundados de lágrimas.

Consciente de que el testimonio de Asu es muy valioso y debe protegerla, Fahrettin la lleva a un lugar apartado y le da un nuevo teléfono. Una vez allí, se entera del fallecimiento de Emin y se pone en contacto con Mustafá. “Quiero a nuestro hijo. Vuelve, te necesito”, suplica él, pero la mujer no se deja convencer.

A unas horas del inicio de su juicio, una periodista llamada Sinem acude a casa de Fatmagül para pedirle que le conceda una entrevista: “Los Yasaran tienen dinero y van a salirse con la suya. No lo permitas, que no te callen como a otras muchas”. A pesar de que en un primer momento se muestra reacia, acepta hacer su caso público y pronto todos los medios se hacen eco.

La gente se vuelca con ella y vive un emocionante momento cuando un centenar de personas la espera a las puertas de los juzgados con pancartas y gritos de apoyo. Por su parte, los Yasaran pierden los nervios al ver que cada vez son más odiados y buscan desesperadamente testigos que los ayuden a ganar el caso. Por ello, Mustafá se reúne con Meltem para advertirle de que no declare a favor de Fatmagül o todos se enterarán de que tuvieron una relación.