Tras la venganza de Lale, Resat sigue muy decaído y se desquita con Perihan e Hilmiye: “Os traigo buenas noticias, estoy acabado. No quiero ver vuestras caras nunca más en mi vida. Fuera de mi casa. ¡Os odio!”. No contento con esto, promete a su todavía esposa que muy pronto será ella quien sufrirá: “Las autoridades por fin han podido localizar a Selim y será arrestado”.

Para ese entonces, Ayce intenta huir sin que el hijo de Yasaran se dé cuenta, pero es incapaz y acaba contándole la verdad: “Mi padre me envió un mensaje y debo volver o nos denunciará a los dos”. La pareja se despide entre lágrimas y con un tierno beso.

Una misteriosa vecina se acerca a la casa de Fatmagül para darle un regalo de bienvenida y Ebe ine la invita a pasar, pero ella se pone nerviosa y se niega. En el interior, la familia celebra una velada por la llegada de la esposa de Fahrettin y Deniz y ni siquiera las impertinentes preguntas de Mukaddes, que está consumida por los celos, logran arruinarla.

En Marmaris, Ayce acude a declarar en compañía de su abogado y niega haber tenido relación con los Yasaran. “No sabía que eran dos fugitivos. Yo estaba allí de viaje para olvidar una ruptura sentimental”, se justifica. Sin embargo, el fiscal no queda nada convencido y ordena proseguir la investigación contra ella.

Desde prisión, Mustafá se comunica con Fatmagül al saber que prepara su matrimonio con Kerim. “Por favor, no lo hagas. Él no puede amarte tanto como yo. Solo está contigo para limpiar su hombre”, suplica. A pesar de que la joven lo rechaza y le cuelga el teléfono, su prometido no puede evitar alterarse y sentir celos.

Más tarde, acuden a una de sus últimas consultas con la terapeuta. “Tenemos miedo de que el pasado pueda arruinar nuestra felicidad”, coinciden ambos. No stán muy equivocados ya que un compañero de celda de Mustafá se ofrece a ayudarlo con sus problemas a cambio de una gran suma de dinero. “Quiero muerto Kerim Ilgaz”, ordena este.

Pasan los días y la familia se vuelca para que todo esté listo para el matrimonio entre Fatmagül y Kerim.Como es tradición, Fahrettin, el padre de él, pide la mano de la novia y un emocionado Rahmi acepta.

Esa misma noche, celebran el ritual de la henna para que la prosperidad los acompañe en su ueva vida. Con un vestido rojo con la cara cubierta por un velo del mismo color, la novia se sienta en una silla a la espera de queEbe Nine le coloque sobre las palmas de las manos dos monedas on un poco del ungüento y luego envuelva con una gasa. A continuación, junto al resto de mujeres canta y baila.

Al fin llega la tan esperada boda entre Kerim y Fatmagül y ninguno puede borrar la sonrisa de su rostro. Ahora sí, por voluntad propia y más enamorados que nunca,firman los papeles que los unen como marido y mujer. En el jardín de su casa, parten la tarta y festejan con su invitados hasta el atardecer ajenos a los planes de Mustafá.

Por suerte, Asu alerta a Kadir y, con la ayuda de Fahrettin, logra detener al secuaz que ha enviado camuflado entre los camareros.