Gracias a Alejandro, Rosario sale en libertad bajo fianza y Jerónimo comienza la segunda parte de su venganza. De madrugada, se cuela en casa de
las Pérez y tras dormir a Magdalena con cloroformo, secuestra a la joven. Acto seguido, la lleva a unos matorrales y la ata con el fin de saciar sus instintos más bajos. “No te resistas y te dejaré en libertad”, miente. Mientras tanto, Priscila visita a los Montalbán y asegura que la abogada no tardará
en huir del país si es la culpable del asesinato de Fabiana.

Ceci se encuentra muy decaída y tiene una sincera conversación con Nacho: “Si Barbie es tu felicidad, estoy dispuesta a dejarte libre”. Sin embargo, él se niega.

A la mañana siguiente, Magdalena despierta y al darse cuenta de que Rosario ha desaparecido comienza a buscarla con la ayuda del padre Bernardo. Uno de los vecinos asegura que vio cómo un desconocido se la llevaba en un coche y, sin saber qué hacer, acuden a Alejandro. Justo en ese momento, llegan las autoridades con buenas noticias: “Hemos hallado pruebas que inculpan a Priscila y, por tanto, Pérez queda libre de todo cargo”.

Sandra, por su parte, recibe una fatal comunicación de boca del detective López: “Hemos encontrado muerto a tu novio”. Muy afectada, acude a reconocer el cadáver y pierde los papeles al encontrarse allí con Teresa. “Te recuerdo que yo soy su viuda porque los papeles del divorcio no han salido
todavía”, afirma la mujer.

Cerca de allí, Rosario sigue retenida en un sótano por Jerónimo, pero lo convence de que la suelte para acariciarlo mientras la hace suya y logra zafarse al darle un fuerte golpe en la cara. Angustiada, sale corriendo y pide ayuda a uno de los coches que pasan por la carretera sin darse cuenta de que es Priscila. “¡Maldita! Voy a matarte”, dice apuntándole con un arma. Por suerte, la policía llega a tiempo de evitar una desgracia.

Alejandro los acompaña y resulta herido mientras trata de hacer entrar en razón a la pérfida Pavón. Finalmente, esta es detenida mientras Guerra huye. Regina revela que Griselda es hija de su difunto marido El detective López encuentra evidencias de que el de Esteban es un crimen pasional y cita a declarar a Sandra y a Teresa. Ninguna espera que la culpable sea Silvia Villalobos: “Quería que pagara por jugar conmigo”.

Alejandro es operado y se recupera favorablemente con el cariño de su familia. Cuando recibe el alta médica, descubre que Priscila está ingresada en un psiquiátrico y decide visitarla. Totalmente enajenada, la pérfida mujer empieza a confesar todas sus fechorías y crímenes para incredulidad del letrado. “Al igual que su difunta madre padece esquizofrenia”, informan los doctores antes de irse.

Las canciones de Nacho son un éxito y lo contratan para realizar varios conciertos. Pero no es su único motivo para sonreír ya que Ceci renuncia a él y lo reúne con Barbie para que se reconcilien.

Por su parte, Alejandro y Rosario organizan una reunión familiar y Regina aprovecha para sincerarse: “Después de casarme descubrí que mi marido había tenido una hija y acepté cuidarla con la condición de que nunca se supiera su origen. Ella es Griselda”.
La salud de la criada empeora y Jerónimo va a visitarla. Cuando esta a punto de marcharse, la policía llega y lo arresta. Ahora que nada ni nadie los
separa, Rosario y Alejandro se dan el “sí, quiero”

Años más tarde, el matrimonio vive feliz con sus cuatro hijos y Magdalena encuentra el amor al lado de un empresario de modas, mientras que Caridad y Vicente unen sus vidas y compran el taller. A su vez, Cecilia y Daniel se dan cuenta de que tienen muchas cosas en común y comienzan salir mientras Nacho disfruta de sus éxitos como cantante al lado de Barbie y su hija.