“Me vuelvo a Miami”

Nacha espera impaciente el dictamen de Régimen  Disciplinario, que finalmente decide exonerarla de  cualquier responsabilidad en el atropello.

De inmediato, vuelve a la comisaría y trabaja a contrarreloj junto a Elías para evitar que una adolescente se suicide.

La llegada a Madrid de Ramón, el amigo especial de Lola, desata los celos de Fede.

No obstante, no repercute en la convivencia ya que el policía trata de mostrarse amable con él e incluso le ofrece su ayuda para recuperar un teléfono móvil perdido.

Lejos de allí, Nerea comunica personalmente a Somoza el rechazo de Ocaña Abogados a llevar sus asuntos legales.

Alicia e Iker, tras la pista de una banda organizada Alicia e Iker empiezan a conectar en el trabajo y en su relación como compañeros.

Fede, por su parte, sigue ayudando a Ramón en la búsqueda de su móvil robado y gracias a sus deducciones conseguirá tender una trampa al ladrón.

En Transportes Quintero se respira un ambiente cada vez más tenso y Fernando carga contra su hijo por haber saboteado a Jairo. 

Sintiéndose desplazado, Julio toma una drástica decisión: “Voy a regresar a Miami”.

A pesar de sus logros profesionales y sus intentos por ser amable, Fede no logra llamar la atención de Lola y se desespera al ver cómo Ramón le gana terreno.

Una oleada de robos violentos estalla en Distrito Sur. Miralles sospecha que están ante una banda internacional organizada y coloca a Alicia e Iker al frente de la investigación.

Horas después, ambos interrogan a una de las víctimas, Tano. Eso sí, oculta que los atracadores le han quitado una pistola que podría probar que él asesinó al sicario Yorgos Yannakis.