Nerea, cada vez más cerca de Sergio

Sergio ha irrumpido en la vida de Nerea de manera peligrosa e inquietante. La abogada se siente acosada por él de manera sibilina y no entiende todo el despliegue del exconvicto para acercarse a ella. 


 A pesar de la oposición de la joven, Sergio se la va ganando poco a poco por su personalidad y facilidad de palabra. 


La letrada no baja del todo la guardia y pide explicaciones a Somoza. “Lo mejor es que te alejes de él”, le recomienda para su sorpresa el narcotraficante, algo que la descoloca mucho. “Sigo sin entender por qué te has empeñado en contratarme. Creo que tengo derecho a saber la razón”, le exige Nerea enfadada. 


Por su lado, Mayoral ha comenzado a diseñar un plan estratégico para el blanqueo de dinero de Alejandro Somoza, lo que le otorga cada vez más la confianza del delincuente colombiano. 


Totalmente fuera de sí y atenazada por los celos, Nora intenta 

matar a Nacha.

Por suerte, Elías logra detenerla. “Ya no volverás a cometer más fechorías de este tipo”, le dice Nacha, todavía impactada por los repentinos hechos.

Lola está preocupada por las constantes llamadas de su hermano Alberto. Tiempo después, él le anuncia que pronto llegará al barrio y que se irá a vivir con ella, algo que la inquieta.

Y Lola no se equivoca. A los pocos días, la convivencia con él se va complicando, sobre todo cuando la policía descubre, en una de sus fiestas, que el joven tiene problemas con las drogas.

 Julio no puede seguir viviendo en el barrio, cercado por los deseos de la mafia, y se plantea marcharse. Y así se lo comunica a Olga, de quien no quiere separarse a pesar de sus circunstancias personales. 


 “Me gustaría fijar mi residencia en Miami”, le anuncia. A la chica no le gusta la idea, y más porque les está resultando muy complicado poner en marcha el negocio que quieren emprender. 


Inesperadamente, Toño desvela a Jesús sus verdaderas intenciones: “Quiero reorganizar la banda, dar un buen golpe y que tú desvalijes la caja fuerte”.