Después de casi mil capítulos, Servir y proteger sigue conquistando a la audiencia batiendo récords lo que ha conseguido su reciente renovación por 200 capítulos más. Un éxito que en gran parte se debe a sus complejos villanos entre los que se encuentran Fernando Quintero, interpretado por Eduardo Velasco, al que el actor asegura haberle cogido mucho cariño.
¿Cuándo llegas a la serie?
En principio iba a estar solo seis meses, pero el personaje ha ido calando tanto en la audiencia, que se alargó toda la temporada. Espero que también siga más adelante, si hay una tercera. A mí la gente me para por la calle y me pregunta por mi personaje, y de un perfil de edad muy variado. Quintero ha calado mucho en la audiencia y seguirá saliendo. Además, va a influir mucho en la vida de Distrito Sur, pero mis apariciones serán más esporádicas.
¿Cómo surge Quintero?
Tuve consignas iniciales de los guiones. Soy el malo malísimo de la serie, pero teníamos que conseguir caer bien al espectador. Había que aportarle algo de humanidad al personaje, sobre todo con sus hijos…
Con los que mantienes una relación un poco extraña, ¿no?
Sí, sobre todo con Alicia. Los amores reñidos calan muy bien en el espectador. Parece que se van a resolver su problemas y su historia, pero luego surge algo que lo vuelve a estropear todo. Por suerte me he encontrado con un actriz maravillosa que es Andrea Del Río. Y con Jairo, Emilio Palacios, con el que me entendía de maravilla, y Javier Abad, mi otro hijo, Julio, con el que también tengo un sintonía muy buena. Con los tres actores he establecido una química alucinante a la hora de trabajar.
¿Y cómo te desenvuelves tú en una ficción diaria?
En una serie diaria no te da mucho tiempo a construir el personaje, tienes que aportarle mucho de ti y torear lo que te va pidiendo en cada secuencia. Normalmente, me tengo que tirar a una pisicina a diario, en la que no sé si hay agua o no. Por ahora pesan más los aciertos que los errores. No solo los guionistas y los directores cuidan mucho las tramas, a los actores también se nos permite aportar cosas de nuestros personajes para ir mejorándolos.
Tampoco son nuevas para ti. Ya estuviste en Bandolera...
Sí. Una diaria es estar en la trinchera y con el cuchillo en la boca. En la primera línea de fuego. En una serie semanal o en el cine tiene se trabaja de otra forma. Y se podría decir que estar en una ficción diaria es como hacer teatro, es lo más parecido. No hay tiempo para repetir escenas y no hay más opciones, salvo planos largos o cortos. Ese es el vértigo maravilloso de una diaria. Como yo digo: ven con el texto bien aprendido y no tropieces con los muebles. Y, a partir de ahí, estar atento a lo que te digan.
Quintero siempre parece que está al límite de expresar su maldad…
Efectivamente, ése es el secreto del personaje. Quintero esté en el filo de la navaja. Si doy un paso a la izquierda, es malo, y si lo doy a la derecha, más bueno. Nunca puede mostrar todas sus cartas, como en una partida de póker. Hay veces que en un capítulo tengo que ejercer ambos roles, y como actor es muy interesante. Es un personaje del que estoy enamorado totalmente.
Además, ha entrado en tu vida Iker Lemos (Ángel de Miguel), como posible yerno tuyo…
Esa trama será un gran sorpresa y descubrirá muchas cosas de los personajes de la serie. Cómo dice Ángel de Miguel, una cosa es tener un suegro y otra muy distinta, tener dos, además uno bueno, como es Marcelino, y el otro más malvado, como soy yo.
Quintero se enamoró de Maica (Kira Miró), que le acabó traicionando. ¿Crees que volverá?
Maica fue una mujer que no solo caló en Quintero, sino también en la audiencia, y yo no hago más que pedir que la recuperen. Quiero que vuelva porque también me he quedado enamorado de su trabajo. Es una actriz maravilloso.
¿En quién te has inspirado para crear a Quintero?
Siempre hay referentes, quizá hablando de palabras mayores en la historia de la series, yo destacaría a Tony de Los soprano, y hay muchos otros, y tb reales. He conocido a gente así por muchas partes. Personajes como él hay muchos, y hoy día, más. Hay personas con una apariencia de honestidad y cuando metes el dedo en la llaga te sorprende. Conozco personas con pasados muy turbios y apariencia de santos, pero eso queda para mí. Y yo soy un hombre que me gusta mucho observar y voy sacando aspectos de gente que me interesa. Creo que Quintero me ha compuesto más a mí que yo a él. Yo le he prestado mi cuerpo, mi voz, etc…, pero cada vez que lo interpreto, descubro cosas nuevas de mí.
Eres una actor formado en el teatro y en otras series, pero, ¿fue tu personaje de El internado quién te descubrió para la audiencia?
Sí. Quizá Pedro Camacho es el personaje que más me ha dado a conocer, y en el teatro, Solas, que hice con Natalia Dicenta. Con este personaje entré en Madrid. Y luego Luis San Narciso, director de casting de la productora Globomedia, me dio la oportunidad de interpretar a Camacho en El internado. Luego todo ha ido surgido.
¿Tu aspecto de hombre canoso, interesante, y con una personalidad firme te ha ayudado en tu profesión?
Pues creo que las canas me han abierto muchas puertas. El rollo canas, de madurito interesante, te da la oportunidad de hacer cierto tipo de personajes. Pero yo me quedo con lo que me decía mi abuela: tú guapo no eres, más bien un feo resultón. Prefiero tener la cara corriente y normal porque me permite hacer todo tipo de registros. A veces me dicen que me tiña las canas, pero no lo veo necesario.
¿Cuál es tu verdadera pasión actoral?
Sin duda, el teatro, donde yo descubrí que quería ser actor, que es mi pasión. Además, tengo mi propio productora Avanti, con la que he hecho ya tres obras. He tenido la valentía de meterme a producir obras de teatro, según lo que está cayendo en la profesión. Ahora con todo el lío que tengo por la serie, es imposible. Tengo ofertas de teatro y ya me estoy planteando volver a subirme el año que viene a un escenario, porque hace mucho tiempo que no lo hago. Estoy que araño las paredes… Tengo mono de teatro.
Has hecho hace poco un parón en las grabaciones de Servir y proteger, ¿por qué?
Porque antes de meterme en la serie yo tenía un compromiso con Telemundo para hacer la segunda temporada de La reina del Sur. Estaré grabando hasta octubre esta serie en Budapest, Colombia, Miami y otros lugares. A Quintero le van a pasar una serie de cosas que van a llamar mucho la atención. El personaje va a seguir apareciendo sin ningún problema en pantalla porque he dejado grabadas muchas escenas. En principio me incorporaré a la tercera temporada, si se firma.
¿Sigues con el mismo personaje?
Sí. Soy el general Abdelkader Chaib, que ha ascendido de coronel. Soy el brazo derecho del rey de Marruecos, corrupto y metido en el narcotráfico. Se verá en Telemundo y en Netflix.
¿Y qué haces para estar tan en forma ya afrontar los rodajes?
Ahora hago mucho deporte, algo que no había hecho nunca. El ritmo de una serie diaria te pide estar en forma, tb físicamente, ademas de mentalmente. Tengo un entrenador personal. En La Reina del sur hay muchas escenas de acción que me exigen mucho.
Te vas a pasar una buena temporada con la maleta en la mano…
Sí, pero incluso estando rodando en Colombia, estaré dispuesto para que lo que necesiten en Servir y proteger. Voy a compaginar ambas series. Tengo un compromiso especial y personal con la serie. Hemos hecho una gran familia, con un equipo humano maravilloso, y yo siempre estaré con ellos. Reconozco que estoy haciendo el personaje que más me ha gustado de mi carrera y el que más me ha aportado en mi vida.
