Se siente “extremadamente afortunada” de cada paso que ha dado en su carrera, que empezó en Corazón apasionado. Scarlet Gruber prefiere ir poco a poco por una sencilla razón: “No aspiro a la fama, solo quiero tocar corazones a través de mi arte”. Y lo ha conseguido en títulos como Rosario, Cosita linda y Tierras de Reyes.
¿Qué recuerdas de Sin tu mirada?
Además del equipo maravilloso que me rodeó, ha sido la novela que me ha abierto las puertas de México y me han surgido más oportunidades laborales.
¿Compartes algo con Vanessa?
Su interés por Internet y el móvil. A mi me encanta estar en contacto con mis seguidores, y con esto puedo sentir su cariño cerquita.
¿En qué te alejas?
En su materialismo y en clasificar a las personas por clases sociales. Para mí, todos somos iguales.
Tu personaje sufre maltrato por parte de su madre y su marido. ¿Cómo los afrontaste?
Fue complicado. Esta novela es en la que más he sufrido tanto emocional como físicamente, pues soy una actriz que me implico al cien por cien en las grabaciones y con mucha verdad.
¿Conoces a alguien de tu entorno que haya pasado por ello?
Gracias a Dios, no. En caso de que fuera así, le aconsejaría que buscase ayuda. Precisamente esto es lo que le falta a Vanessa, una persona cercana con quien poder hablar tranquilamente sin sentirse juzgada.
¿Y qué se haya casado movido por el interés económico?
No, y lo sé porque soy la terapeuta de casi todas mis amigas (risas). La vida es muy corta y lo más bello que puedes llevarte de ella es el amor que entregas y el que te pueden dar a ti. Es una pena desperdiciar eso.
¿Cuándo decidiste ser actriz?
Era bailarina profesional hasta que una lesión me dejó fuera. Eso me llevó a descubrir la interpretación que, por suerte, me apasionó desde el principio.
¿Te dejas aconsejar por tus padres [Astrid Gruber y Gabriel, ‘el Chamo’, Fernández]?
Son mis mayores admiradores y mi apoyo más importante. Ellos me han dado las herramientas necesarias para desenvolverme en el medio. Siempre les agradeceré la disciplina que me inculcaron desde pequeña.
¿Eres una persona familiar?
Sí, pero la tengo repartida por el mundo. Nací en Venezuela aunque me trasladé con 3 años a Miami. Ahora estoy trabajando en México y hago todo lo posible por ir a visitarlos en cuanto me dan días libres.
Tienes un físico espectacular. ¿Cómo es tu rutina de belleza?
Cuido mi cuerpo porque es mi fuente de trabajo. Bailo todo lo que puedo para desahogarme, hacer ejercicio y divertirme. Además, me alimento bien, duermo lo suficiente y cuido mi piel. Lo que más te gusta de ti es… Mis ojos y mi sonrisa.
¿Crees que ser atractiva ha podido influir en tu carrera?
Quiero pensar que me contratan por mi profesionalidad y no llevados por mi apariencia.
¿Qué pides a una pareja?
Busco a un hombre caballeroso, que me trate como una princesa, seguro de sí mismo y que me haga reír. También es importante que respete mi carrera.
¿Te apetece ser madre?
Soy una mujer muy maternal y me gustaría tener hijos pronto, pero primero tendré que encontrar un buen marido, aunque ahora mismo estoy enfocada en mi profesión.
Seguro que tienes muchos admiradores esperando…
Pues no sé (risas). Algunos hombres son muy tímidos a la hora de establecer una conversación conmigo. Ser una persona reservada me hace parecer seria. Suelo confundir.
¿Qué otras metas tienes?
Que mi trabajo traspase la pantalla y conseguir hacer sentir emociones a los espectadores. En un futuro, me gustaría dirigir una fundación para niños para ofrecerles las herramientas necesarias para que tengan éxito.
¿En qué proyectos estás?
Ahora mismo estoy haciendo pruebas tanto en Latinoamérica como en Estados Unidos.
