Tras negar su ayuda a Mónica y Angélica para hundir a Leonel, Débora se entera de que padece una grave enfermedad y le queda poco tiempo de vida. Por su parte, Osvaldo vive un auténtico infierno en la cárcel y Félix lo protege para evitar que el resto de presos lo lastimen.

Alertada por Fabricio, Adriana toma precauciones y decide no ver a su tía hasta averiguar si fue ella quien torturó a Nuria. Ante este repentino rechazo, Julieta se inquieta y comienza a pensar que la chica quiere traicionarla.

Leonel convoca una junta con los socios del Mauva para anunciar que sus acciones están en venta: “Deseo marcharme cuanto antes del hotel”. Gonzalo no se fía de su enemigo y cree que esta es una más de sus artimañas.

Valentina ultima los detalles de una campaña para el hotel llamada Por un mundo más azul y pide a Fernanda y Alexis que se encarguen del espectáculo acuático. Durante los entrenamientos, los jóvenes no dejan de reír y Zavala es incapaz de ocultar por más tiempo sus sentimientos: “Es obvio que somos muy afines. Creo que aunque estés con Alan algo muy fuerte nos une…”. Sin embargo, Olmedo aparece inesperadamente e interumpe la declaración.

Tobías comienza a disfrutar de la lujosa vida que le ofrece Leonel y sale a divertirse con dos atractivas mujeres. A altas horas de la madrugada, la policía los encuentra consumiendo alcohol en la vía pública y cuando se dispone a arrestarlos, el joven se desmaya. Horas después, despierta en el hospital y los médicos detectan que padece una enfermedad congénita: “Si no deja sus excesos podría morir”. Por eso, Gonzalo quiere que regrese al cuidado de Beto y Chelo.

Mientras Raquel sufre una fuerte crisis tras saber por Ileana que Nuria fue la responsable de la muerte de Camilo, Valentina escucha que Mau está dispuesto a operarse para poder hablar y lo enfrenta. “No me parece bien que lo hagas por la mujer que amas. Ella debe aceptarte tal como eres”, afirma celosa.

Por casualidad, Gisela descubre que Jaime se ve a escondidas con Almudena y, sin saber la verdadera razón, toma una drástica decisión: “Quiero el divorcio”.

Lejos de allí, Leonel chantajea a la asistenta de Zavala para que ponga amoníaco a la comida que se servirá durante la presentación de la campaña del Mauva.