Jaime pierde la vista repentinamente y comienza a preocuparse por su estado de salud. Por suerte, Almudena lo ayuda y lo convence de acudir al médico. “Tiene un tumor maligno”, informa el neurólogo horas después de realizarle diversas pruebas. Córdova se derrumba y decide no contarle nada a Gisela.

En complicidad con Fernanda, Angélica organiza una cena para que Alan se reencuentre con Gonzalo y ambos se abrazan emocionados tras tantos años sin verse. Sin embargo, una inesperada revelación del joven Murat rompe el mágico momento: “René está aquí en Cancún y ha estado muy cerca de ti y de Valentina. Está haciéndose pasar por Eugenio Sandoval y busca venganza”.

A la mañana siguiente, el empresario no duda en enfrentar a René y le exige que desaparezca de la vida de su familia para siempre: “¡Eres un desgraciado! ¿Cómo te atreviste a engañarme?”, grita, y sin poder contener su rabia le propina una bofetada. Lejos de amedrentarse, el chico le recrimina todo el daño que le hizo en el pasado y le pone una condición para romper su relación con Valentina: “Quiero la mitad de las acciones del Mauva”. Además, se burla de Mau cuando este va a reprocharle que haya mentido y lo trata de agredir.

Mientras que Nuria usa a Tobías para presionar a Micaela, Leonel quiere que el cuerpo de su hijo sea exhumado.

Alan decide regresar a Los Ángeles para estar al lado de Mónica, aunque promete a Fernanda que vendrá a visitarla a menudo. Sin embargo, sus planes se trastocan cuando Almudena sufre un aparatoso accidente por su culpa y, para evitar que pierda su trabajo, se ofrece a sustituirla en la cocina del Mauva.

René rompe con Valentina poniendo como pretexto que sufre una enfermedad sexual incurable y exige a Gonzalo que cumpla con su parte del trato: “Ahora te toca a ti darme las acciones que me prometiste si dejaba en paz a tu nietecita”. No imaginan que Olmedo está escuchando la conversación y desilusionada decide regresar a Los Ángeles. Mau, al enterarse, va en su busca.

La relación entre Julieta y Adriana va estrechándose gracias a su sed de venganza contra la familia Murat y Silvia, temiendo que su plan para hacerse con la fortuna de Olmedo se vea afectado, trata de separarlas.

Maite, por su parte, mantiene una discusión con Osvaldo tras saber que Angélica es el gran amor que no ha podido olvidar. Terán se justifica y decide romper su noviazgo con la florista.

Por orden de Nuria, Félix se cuela para robar en casa de los Murat y Héctor lo acompaña. En un momento dado, un jarrón se cae y Tobías lo oye, por lo que llega al salón y logra identificar a los ladrones. Gonzalo también sale a mirar qué sucede y recibe un disparo que lo deja al borde de la muerte.