Maya Mishalska, Maite Alvarado en ‘A que no me dejas’: “He alcanzado todas mis metas”
La actriz polaca ha recibido varios premiso por su trabajo pero los que más agradece son “los que vienen del público”
Una mujer bipolar, una francesa ambiciosa, una ex desengañada con ganas de venganza... Estos son algunos de los papeles que ha hecho Maya Mishalska en sus 28 años de carrera. Orgullosa de todos, asegura qe la clave para la continuidad en su profesión es tener confianza y no rendirse jamás.
¿Cómo preparas cada novela?
Siempre lo hago con un profundo amor y buscando que los personajes sean lo más congruentes posible. Según la respuesta del público sé si lo he conseguido.
¿Te quedas con algo de ellos?
Cada papel me ha ido engrandeciendo un poco más. El hecho de adentrarme en su psicología, en sus entreñas, me deja una enseñanza de por vida.
Algunos compañeros dicen que actuar les sirve de terapia, ¿y a ti?
Considero que no hay que tomárselo así pero a veces ocurre.
¿Cuál es el aspecto que más disfrutas de la interpretación?
Sin lugar a dudas, la construcción del rol anterior a grabar. Desde que me dan el perfil, lo estudio bien y le doy un pasado y un presente. Así le voy dando movimiento, voz, ritmo, pasiones...
¿Algún personaje al que guardes especial cariño?
La gente recuerda a Marianne Bernier, de Amor Real, y ese es el gran objetivo de los actores: que el esfuerzo que marca parte de nuestras vidas, llegue a la gente. Es lo importante para mi.
Fuiste premiada por tu trabajo en Pasión, La dama del alba y Huracán, ¿qué significan estos reconocimientos para ti?
En realidad pertenecen a todo el equipo. Pero confieso que los que más agradezco son los que vienen del público.
Estas grabando Mi adorable maldición, ¿a quién interpretas?
A Elsa Solano, la dueña de una finca de ganado vacuno llamado Los Abedules. Tiene un hijo, Rodrigo [Pablo Lyle], y su principal deseo es sacarlo adelante. Es una luchadora nata y se levanta cada día a las cinco de la mañana para ordeñar. Es una viuda con carácter y, al mismo tiempo, bondadosa. Tiene que prescindir de ciertos caprichos para poder mantener su patrimonio. Para mí es un reto.
Así que es de los buenos...
Sí, es sumamente noble, un personaje de luz.
Trabajas con actores jóvenes como Renata Notni y Pablo Lyle. ¿Cómo ves a las nuevas generaciones?
Con un talento inmenso y una gran naturalidad. Concretamente, a los protagonistas de Mi adorable maldición los veo bastante compenetrados.
¿En qué ha cambiado la profesión desde que comenzaste tu carrera?
Ahora hay más presiones y la economía dicta en gran parte los proyectos que se hacen en televisión. Lo que debemos hacer es relajarnos en ese aspecto, pero nunca en ese aspecto, pero nunca en el terreno interpretativo.
¿Hay más competencia?
Los tiempos no son fáciles, pero todos en la vida tenemos un espacio y un lugar y no debemos pasar por encima de otra persona. Lo más importante es mantener la esperanza.
Lee la entrevista completa en la revista Telenovela.
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