Adela y Erick salen a cenar a un restaurante sin saber que Colmillo los vigila para matarlos. Cuando el joven va al servicio, Yei lo retiene a punta de pistola y el líder aprovecha para abordar a su enemiga y obligarla a contarle cómo fueron los últimos minutos de su hija.

Ante la negativa de Felicia a hacer las pruebas de ADN, Carlos corta las uñas a Anita a escondidas y se las entrega a Greicy para que las lleve al laboratorio. Como sospechaban, se prueba que es hija suya y de Rodrigo.

Dispuesto a afianzar su relación con Susy, Luis se presenta en la mansión Sanders y le pide a Jacob su mano. “Si ella acepta, será un placer ser tu suegro”, asegura este. La feliz pareja sella su amor con un beso y Carlos, al enterarse, también da su consentimiento.

Tras el incidente con Colmillo, Erick está asustado y propone a Adela irse al extranjero: “Solo será por un tiempo, hasta que la policía lo detenga”. Ella acepta.

Felicia se esconde en un hotel mientras un gestor resuelve los trámites para que pueda salir con Anita del país. Carlos, por su parte, está desesperado y ante la imposibilidad de comunicarse con ella, pide a Cristóbal que monte un dispositivo para detenerla. “No puedo creer que mi hermana sea una criminal”, se lamenta en comisaría.

Sharon recibe el alta médica y aunque Nick no está de acuerdo con su estilo de vida, decide permanecer a su lado. Poco después, recibe la visita de Greicy y ella decide desenmascarar a Felicia. Por fin, Carlos consigue ponerse en contacto con Felicia y pese a que admite que Anita no es su hija, se niega regresar.

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