Desesperado tras darse cuenta de que ha perdido a su mujer, Rodolfo se emborracha y se sube a una azotea. “Mi vida ya no tiene sentido, nadie me quiere. Voy a matarme para que María no tenga paz”, dice a Santiago por teléfono, que sin dudar se presenta allí para evitar que su amigo cometa una locura.

Felicia está dispuesta a todo por recuperar a Anita y amenaza a Carlos, a quien tiene encerrado en una jaula y malherido: “Eres un desagradecido. Sacrifiqué mi vida por ti y solo me has traído desgracias. Devuélveme a mi bebé o voy a acabar con toda tu familia: Rodrigo, Luis, Adela y María”.

Mientras tanto, Adela convence a Cristóbal para que deje de lado sus diferencias con Rodrigo y se unan para salvar a Carlos.

La noticia del intento de suicidio de Rodolfo sale en todos los telediarios y María debe llevarse a sus hijos a la mansión y tranquilizarlos. Jacob por su parte, visita a Solís en el hospital y le pide que no haga más tonterías: “Acaba con esta guerra que solo perjudica a los niños”.

Desde que recuperó a Anita, Rodrigo no se separa de su lado y comprende lo que es ser padre. “Igual el mío ya está muerto por mi culpa. Me advirtió que no me fuera con las pandillas y yo por necio no le escuché”, asegura a Greicy. Y añade: “No quiero esta vida de violencia para mi hija, me gustaría formar una familia contigo”.

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