Federica ansía vengarse de Marcelo: “Mató a mi hija y quiero verlo entre rejas o algo peor…”. Por si fuera poco, esa noche, la mujer sueña con Fernanda y despierta gritando y pidiendo perdón por no haber sido buena madre. Decidida, queda con Egaña, que la cita a pocos metros del cementerio donde tiene atada a Beatriz para abusar de ella. La mujer acude con una pistola y, tras un forcejeo, le dispara: “Ha llegado tu final. Adiós”. Luego, la asesina se entrega, confesando todos sus crímenes.

Por otra parte, Vanessa se arrepiente de todo el daño que ha hecho a Juan Andrés y da a la policía el vídeo donde se demuestra que es inocente. “Tranquilo, ya no está usted incriminado por el robo del dinero del rescate”, le informan. A cambio, Villamizar pide al abogado que ayude a Gastón a ser libre: “Al fin y al cabo, es el padre de mi niño”.

Luis David quiere saber por qué su madre lo abandonó y culpa a Domingo, a quien golpea: “Ponte en mi piel. El amor me superó”. No es la única verdad que sale a la luz, pues en cuanto la joven ecologista regresa a la mansión, su tío habla con ella: “Blanca mató a Marina Lozano. Debe pagar por el asesinato”. Tras esta revelación, el hombre opta por marcharse de la ciudad, mientras que la acusada prefiere entregarse antes de que vengan a buscarla. “Tarde o temprano me localizarán”, piensa.

Días después, Amira se casa y la novia le da una carta a Beatriz alabando a Juan Andrés: “Es la persona más generosa que conozco. No lo dejes escapar”. Además, les regala una noche de hotel en el mismo lugar donde hicieron el amor por primera vez.

En su intento de olvidar a Miguel, Melinda se hace azafata de vuelo. Desde el primer día, tiene buena sintonía con un compañero, por el que es correspondida. De gira, Rocío se entera de que su madre está en la cárcel. “¿Ha sido capaz de matar? No puedo creerlo. Tiene que ser mentira”, comenta a Miguel asombrada.

Generoso, Juan Andrés regala una casa en la playa a Silvestre e Isabel para que cumplan su sueño de pasar la vejez cerca del mar. “Os lo merecéis”, asegura.

Los días entre rejas son demasiado largos y duros y Federica se vuelve loca, teniendo alucinaciones con César Augusto. “¡Fuera! ¡Déjame en paz!”, se la oye gritar a una pared por las noches.

Pasados unos meses, los bebés de Beatriz y Vanessa son bautizados en una misma ceremonia. Además, Chapita da a Luis David una carta, donde su madre le cuenta todo su desconocido pasado. No es la única buena noticia que recibe, pues Elia está embarazada. “Nada puede hacerme más feliz”, dice sonriendo.

Poco después, Rocío vuelve de su pequeña gira y le hacen un gran recibimiento. Las redes sociales la han convertido en una estrella sin haber grabado aún ni un disco. Miguel, arrepentido, le pide una segunda oportunidad.

Más enamorados que nunca, Beatriz y Juan Andrés protagonizan una boda de cuento y se dan el “sí, quiero” rodeados de su familia y sus seres queridos.