La auténtica marquesa de Bracamonte por fin ha llegado a tierra firme junto a su acompañante tras un largo viaje desde España. Abandonadas a su suerte sin pertenencias ni víveres, las dos mujeres emprenden camino hacia el interior. Durante el trayecto, una pareja les indicará que están a dos días de Santa Marta, su destino.

Mientras, en el pueblo, Felipe y Ana han decidido no acompañar a los esclavos e iniciar un futuro en común y sin esconderse. No lo tendrán fácil pues Granados los descubre besándose y se propone terminar con Restrepo para siempre, pero cuando va a disparar aparecen Jesús y Gabriel y el militar se ve obligado a posponer su plan.

Por suerte para la pareja de enamorados, Francisco cambia de objetivo cuando casualmente descubre el túnel que han excavado los esclavos. “Impediré esa fuga aunque tenga que matarlos a todos”, promete.

Ajeno a lo que ocurre a su alrededor, Nicolás parece estar al borde de la muerte y el padre Octavio se presenta en El Edén para darle la extremaunción. Delirando por la fiebre, el hacendado revelará a un atónito sacerdote algunos de los secretos más oscuros de su pasado.

Cerca de allí, una destrozada Eugenia asiste al entierro de Bume junto al general Márquez, que le ofrece su apoyo incondicional.

Incapaz de seguir viviendo bajo el mismo techo que su padre, Isabel decide abandonar definitivamente el hogar familiar y, pese a la firme oposición de su abuela, se instala en la posada de los Pimentel.

Después de contar a Julián la verdad sobre Quintero y todo lo ocurrido desde el incendio de El Edén hasta el presente, Milagros le insiste en que huya con ella. “Ahora solo sería un estorbo, pero te prometo que en cuanto me recupere iré a buscaros a ti y a nuestro hijo”, responde él, todavía demasiado débil por la brutal agresión de Morales.

Entre tanto, Victoria consigue forzar la caja fuerte y coge el dinero necesario para poder alquilar el barco que conduzca a los esclavos a México. Tras entregárselo a Felipe Restrepo, la joven vivirá un emotivo momento cuando logra reunir a Lorenza con el resto de la familia ante la tumba de Rosita.