Debutó en 2006 con un pequeño papel en Rebelde, participó después en Eva Luna y su primera gran oportunidad le llegó con De que te quiero, te quiero. Tras ganar un premio al Mejor Actor Co-estelar en 2018 por Caer en tentación y protagonizar La fiscal de hierro, ahora Carlos Ferro repite como galán en La jefa del campeón, con África Zavala.
¿Qué te atrajo de este proyecto?
Sobre todo el hecho de trabajar con niños, es algo que tiene mucha magia. Con su energía se llena el set y resulta muy divertido, aunque hay que tener paciencia con ellos (risas).
¿Te gusta el tema?
El fútbol me ha gustado siempre y yo, como Daniel, La Bomba, Rodríguez, iba a estar jugando
con los chavales. Además, es una historia muy noble. El protagonista quiere ser futbolista y su madre hace lo imposible para que cumpla ese sueño.
Al principio de la novela, se te ve con una imagen muy diferente.
Cambiaron mi aspecto con una peluca especialmente tejida para mí, que se veía tan natural... Yo soñaba con tener el pelo largo.
¿Cómo preparas el personaje?
¡Divirtiéndome! Siempre lo hago así con todos. Escojo los papeles con el corazón: si me da un vuelco, digo que sí.
¿Practicaste con algún futbolista para conocer tácticas?
Todos los mexicanos somos futboleros. Llevamos ese deporte en la sangre y casi todos hemos jugado de pequeños. Y los que no juegan, lo ven. Seguimos todos los partidos.
¿Alguna vez pensaste en dedicarte a ese deporte?
Sí, claro. De pequeño, como todos los niños en México, quería ser futbolista y ahora estoy cumpliendo mi sueño con este personaje. Yo no tuve la oportunidad de ir por ese camino porque mi madre me exigía que estudiara.
Se dice que la fama se te ha subido un poco a la cabeza...
En absoluto. La gente que me conoce sabe cómo soy. Siempre suceden estas cosas, que se habla por hablar. Pero está bien que comenten y opinen; lo malo sería que no dijeran nada.
El público femenino suele verte como uno de los más guapos...
Si supieran que ni siquiera me peino... (risas). Creo que a veces se refieren al personaje más que al actor. Los mexicanos somos feos, fuertes y formales.
¿Cómo llegaste a la actuación?
No era mi idea. Yo estudiaba Dirección y Producción, pero un día la actriz y profesora Adriana Barraza me dijo: “Tú deberías estar frente a la cámara”. Ella me alentó y aquí estoy.
¿Qué tal te va con María León?
Estamos viendo. Cada uno tiene su trabajo y la distancia a veces es complicada. Cuando tengamos una pausa, tal vez se pueda dar una relación. Y si no, habremos hecho el esfuerzo. Lo mejor de todo es que nos reímos mucho.
