Daniela se altera mucho cuando Nina y Arturo la ingresan en la clínica de rehabilitación y los desprecia. Solo Eladio logra calmarla: “Si sigues consumiendo drogas vas a perder todo lo que amas. Quédate aquí, es bueno para ti y vas a regresar siendo la mujer que todos queremos ver”.

Más tarde, Gómez Luna acude al registro para reconocer legalmente a Franco como su hijo. “Gracias papá. Esto es lo que siempre soñé”, afirma el chico con hipocresía, que sigue con su plan para destruir al empresario.

Tras saber que Daniela se ha escapado de la clínica, David trata de animar a Regina sin saber que Jorge los observa. Celoso, el arquitecto enfrenta a su rival y el hijo de Eladio reconoce sus sentimientos: “Sí, la amo. ¿Cuál es el problema? Ella solo está contigo para tratar de olvidarme”.

Por casualidad, Arturo encuentra a Nina cenando con Eladio y no duda en humillarla: “Cuando me conociste era el hombre perfecto, rico y con la angustia de no saber qué hacer con un niño. Ahora estás con él para fastidiarme”. Llena de rabia y sin poder contener las lágrimas, la mujer le responde con una tremenda bofetada.

Tras mantener una fuerte discusión con Erick, Daniela sufre una crisis nerviosa e ingiere una gran dosis de cocaína que le había regalado Ashmore. Alertados por una de sus amigas, Regina y David llegan al bar donde se encuentra y la ven tendida en el suelo convulsionando. Por desgracia, los servicios de emergencia no pueden hacer nada y la joven pierde la vida minutos después.

Cuando Nina recibe la noticia se derrumba y responsabiliza a Arturo: “Nunca cuidaste de ella”. La situación empeora cuando Julia se presenta en el velatorio.

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