Úrsula, al banquillo

Cata se sincera con Celia y le pregunta si debe darle una segunda oportunidad a Benito. Ninguna sabe que el muchacho ha caído en las redes de don Ricardo. No sabe a lo que se expone…

Mientras, Úrsula teme que la apresen de nuevo y huye sin dejar rastro. Gabriel teme que ese impulso sea más que su salvación, su pena de muerte.

Finalmente, Gabriel tiene que aparcar su orgullo y acude a ver a Velasco. “O encontramos a Úrsula o lo hará la policía. ¿Necesito tu ayuda?”, dice atormentado. El detective se compromete a buscarla.

Mientras que Amalia sufre el acoso de un cliente, que se quedó con ganas de estar con ella. Ciro y Sofía se besan siendo descubiertos por Elisa…

Días después, la pequeña de las Silva se enfrenta a su amiga por lo que ha sucedido y las dos buscan un entendimiento para silenciar sus mutuos romances y que sus parejas no lleguen a enterarse.

Después de una noche de borrachera, Elpidia encuentra a Cristóbal en un banco y se asusta. “¿Qué hace usted aquí?”, pregunta. Luego, la sirvienta se lo cuenta a Rosalía y Blanca las oye y decide pedirle a Salvador que hable con el médico.

Enterado de todo, don Ricardo regaña a Elisa por haberse dejado engañar por León. Ella le pide que no tome represalias contra él, pero es demasiado tarde… El malvado hombre obliga con un chantaje a don Luis a deshacerse del prestamista.

Gabriel cuenta a Celia que el abogado de Úrsula ha renunciado
al caso: “Su fuga es indefendible”. Preocupados, al menos a la joven Silva se le ocurre una solución: “Tristán es abogado. Puede coger el caso”.

Cata rompe su relación con Benito, que culpa de todo a Celia y se enfrenta a ella. Luego, las dos mujeres se unen para exigir la inclusión de mujeres en el jurado de Úrsula, pero de nada sirve, pues el el magistrado decide desalojar la sala.

Aunque su enfermedad la impide hacer muchas cosas,
Antonia, no puede evitar estar muy pendiente de la evolución del juicio de Úrsula. Pero tanta tensión, empeora su estado.

Finalmente, Úrsula decide regresar y da comienzo el juicio por la muerte de Damián. Luis es el primero en testificar y pese a hacerlo en su contra, Tristán le da la vuelta y su defendida es vista por el jurado como una víctima. Gabriel queda muy tocado y duda de los sentimientos de su esposa.

El fiscal tampoco está contento con la evolución del caso e inesperadamente propone la declaración de un testigo adicional: Diana Silva entra en la sala. Sus palabras causan una gran impresión en la sala, pero provocan una crisis con Salvador, que no estaba de acuerdo con que su esposa testificara.

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