Antonio José ha declarado la guerra a los Gallardo y está dispuesto a todo para evitar que Angie y Majo sigan saliendo con Jorge y Vicente. Incapaz de ver a las chicas sufrir, Silvana rompe con su amado. “Tú ganas, no volveré a ver a Manuel pero a cambio tú dejarás de utilizar a nuestras hijas para vengarte de mí”, propone luego a Villaseñor.

Trini, por su parte, se ha dado cuenta de lo importante que es Benito para ella y dedica la mayor parte del día a ayudarlo en la panadería. Segura de que su abuelo está en buenas manos, Margarita se pone en contacto con su madre y acuerdan verse en Miami.

Siguiendo las instrucciones de su patrón, Esteban sigue a Vicente y trata de provocarlo para iniciar una pelea. Manuel los ve y el chófer se ve obligado a huir. Más tarde, el chico entrega las llaves del coche a Trini y le comunica su renuncia. Será entonces cuando la madre de Chivis descubra la verdadera ‘misión’ del joven.

Ha llegado el momento de la marcha de Andrés y, ya en el aeropuerto, Lucía le confiesa que lo ama y promete esperarlo el tiempo que haga falta. Más cerca que nunca, la pareja se funde en un apasionado beso.

En ese instante, los invitados a la unión de Poncho y Génesis han ocupado sus lugares para presenciar la ceremonia. Stella, confundida y triste, roba un beso a Manuel y al comprobar que ya no siente nada por él corre al lugar donde se celebra el enlace. “¡Esta boda no puede celebrarse!”, grita la joven antes de admitir delante de todos que ama a Poncho.

Ante la mirada atónita de la novia y su padre, Poncho corre al encuentro de La Mojarrita para abandonar juntos el lugar. Poco después, ya en casa, el joven le pide matrimonio y ella, emocionada, acepta.

Tras informar a Vicente de que podría estar embarazada, María José se arma de valor y acaba confirmando a su padre que está saliendo con el hijo de Manuel Gallardo. La desproporcionada reacción del empresario colma la paciencia de Chivis y finalmente Villaseñor anuncia que se marcha.