En un intento por seducir a su tío, Ana Leticia lo recibe en su cuarto en ropa interior y Mariano recuerda las palabras de Salvaterra. “Existen diferentes tipos de amor y no hay que confundirlos”, comenta. Sin embargo, ella se sigue mostrando sugerente y mientras lo abraza le susurra al oído: “Sé bien lo que siento. Realmente nunca estuve enamorada de Marcelo porque el amor de mi vida y por el que estaría dispuesta a dejarlo todo es…”. Y cuando está a punto de pronunciar su nombre aparece Iñaki y asegura que es él para frustración de la pérfida trilliza.

Ana Laura consigue dar con la cabaña donde está retenido Ramiro y, aprovechando un descuido de su captor, lo desata. Los dos hombres se enfrentan en una encarnizada pelea. Padilla intenta ahogar a su rival, pero la joven al ver al amor de su vida en peligro, se arma de valor y acaba con Valentín de un certero disparo.

Cuando Claudia le cuenta las noches de pasión que vivió con Mariano, Ana Leticia pierde la razón y sin mediar palabra saca un cuchillo del bolso y le propina diversas cuchilladas. “Es mío, es mío…”, repite sin parar junto al cuerpo sin vida de la joven.

No contenta con esto, corta las cintas del espectáculo acrobático que va a realizar Ana Lucía, pero en el último momento Maribel la sustituye y es ella quien sufre el accidente. Álvarez del Castillo acompaña a Remedios en el hospital ya que Marcelo está siendo operado de urgencia.

Mariano se queda sin palabras cuando Iñaki le muestra un video donde Ana Leticia confiesa el asesinato de Jennifer. “Tenías razón. Mi sobrina siente un amor enfermizo y se deshizo de todas las mujeres que estuvieron a mi lado”, asegura lloroso a Viridiana. Pero no es la única sorpresa que les da la trilliza, ya que nunca perdió el hijo que esperaba con Salvaterra y pretende utilizarlo para conseguir una importante suma de dinero.

La operación de Marcelo resulta un éxito y se queda con los recuerdos de Santiago por lo que quiere a Remedios como una madre y le dice a Ana Lucía que es la mujer de su vida. Además, acude a prisión y se disculpa con Soledad, al igual que Ernestina.

Por fin llega el gran día para Ana Laura y Ramiro y unen sus vidas en una romántica ceremonia con la presencia de sus familiares. Esa misma noche, la trilliza olvida sus miedos y se entrega por primera vez a su esposo.

Al ver la felicidad de su familia, Ana Leticia pierde la razón y se presenta en casa de su abuela: “Sí, estoy loca y tú tienes la culpa. Yo necesitaba más amor porque causé el accidente de mi papás”. El corazón de Ernestina no soporta estas palabras y muere después de que su nieta se niegue a darle sus medicamentos.

Acto seguido, secuestra a sus hermanas y las apunta con una pistola justo cuando llega Mariano. “Si las dejas libres, me iré contigo”, ofrece. Sin dudar ella acepta, pero cuando están en mitad de la carretera, el empresario provoca un terrible accidente para poder escapar de ella.

Por otro lado, Soledad cumple condena en paz tras hacer las paces con Ana Lucía, Iñaki se arrepiente de sus malévolos planes y decide entregar a Marcelo al pequeño Ignacio y Facundo cae en la trampa de su hijo y muere abatido a tiros por la policía.

Pasado un tiempo, Ana Leticia permanece recluida en un psiquiátrico y con el rostro desfigurado; Ana Lucía ha formado una familia con Marcelo, el pequeño Ignacio y Remedios; Ana Laura ha dejado atrás sus inseguridades y espera un hijo con Ramiro y Mariano queda en silla de ruedas y Viridiana lo cuida.