El estado de Luis es muy grave tras recibir varios disparos y Solórzano acusa a Carlos ante las autoridades. De inmediato, el joven es detenido y Marissa se desespera. Lejos de allí, Leopoldo paga a unos matones por cumplir el encargo con Montero.

La Malquerida sale de prisión y busca a sus excompañeras para que la ayuden. Javier se ofrece a darle trabajo en su casa pese a la oposición de Maribel: “Seguro que te robará”. “Todos merecen una segunda oportunidad en la vida”, replica Fernanda. De hecho, la joven demuestra su buen corazón acogiendo a Camila después de la discusión que tuvo con Hernán.

Marissa llega a un acuerdo económico con Solórzano para que retire la denuncia, y aunque en la vista previa él trata de traicionarla aliándose de nuevo con Montero, el juez dicta libertad bajo fianza para el médico.

Don Fernando comunica a Camila que no permitirá que Hernán la vuelva a tocar y le hace un ofrecimiento a Vladimir. No obstante, él lo rechaza y la joven Sotomayor se marcha de su casa detrás de él. “Ya no quiero nada contigo”, dice con frialdad este.
Por su instinto de madre, Marissa está convencida de que el pequeño Pedrito es hijo de Gómez-Ruiz y enfrenta a Pedro, que no tiene más opción que admitirlo.

A su vez, Lupe convence a la hija de Amelia de confesar la verdad a su amado, pero cuando va a verlo se lleva la sorpresa de que él ya lo sabe: “Me privaste de su compañía durante dos años. No voy a perdonártelo jamás”.

Ordóñez logra hacerse con los documentos que evidencian la transferencia de fondos del banco a empresas fantasma a nombre de Luis, pero Solórzano contrata a unos delincuentes para que se los arrebaten.

Poco después, el jardinero tiene un cruce con don Fernando, que reconocerlo le grita que le devuelva a su nieta y sufre una crisis quedando inconsciente. De regreso a casa, la joven Pérez se entera de que su abuelo está muy enfermo y pasa con él sus últimas horas de vida.

Los familiares acuden para despedirlo y luego se reúnen para la lectura del testamento. Blanca recibe un apartamento, Amelia la presidencia de la constructora y Fernanda el resto de su fortuna.

Pasados unos días, se celebra el juicio contra Carlos y Leopoldo irrumpe en la sala.

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