El inspector Medina encuentran a todas las mujeres que fueron víctimas de Diego y las libera. “¡Mi marido no es ningún loco!”, grita Olivia oponiendo resistencia. Lejos de arrepentirse, el profesor se oculta de las autoridades y prosigue su plan: “Tengo que lograr que Lucero vuelva a quererme y llevármela lejos”.

Fernanda camina por un parque cercano a su casa en busca de su hijo cuando de repente se encuentra con Luis. “¡No puede ser! Usted está muerto”, dice atónita. Montero trata de tranquilizarla y le revela que tiene al pequeño Pedrito: “Lo adoro y nada malo va a pasarle. Solo quiero que seamos felices los tres juntos”. Y añade: “Necesito que te despidas de tu familia o no volverás a verlo”.

Obligada por las circunstancias, la joven repudia a Amelia y Pedro y horas más tarde, se reencuentra por fin con su hijo. Los últimos acontecimientos han hecho mella en la salud de Marissa y no duda en asegurarle a Pérez que ve cerca su muerte. Ordóñez no se separa de su lado e incluso le pide que se convierta en su esposa. “Por supuesto que acepto. Quiero ser feliz el tiempo que me quede”, responde ella.

Pedro se cruza con Fernanda y le suplica que regrese a casa. “Luis y mi hijo son la única familia con la que quiero estar”, afirma ella después de negarle un abrazo. Lo mismo hace días después cuando Carlos va en su busca.
Todos se encuentran desolados y no entienden el por qué del comportamiento de la joven hasta que Ordóñez los reúne para informarles de que están siendo vigilados por los hombres de Montero. “Claro, por eso, Fernanda continúa con él y me trató tan mal”, deduce Pedro.

Isabela, por su parte, aconseja a las modelos de su academia seguir su ejemplo y enamorarse de un hombre con dinero. Teo escucha la conversación y desilusionado pone fin a su relación. “Por ti estoy dispuesta a cambiar. Ayúdame a ser mejor persona”, pide ella antes de robarle un beso.
Camila se compadece de Mariana y decidida a acabar con su soledad la ayuda a arreglarse y le organiza una cita con Hernán. Sin embargo, resulta un desastre. “He sido incapaz de decirle que lo amo y lo necesito a mi lado. El orgullo no me deja regresar con él ni ser feliz”, explica entre lágrimas.

Al saber que Fernanda está retenida en el apartamento que era de Andrea, Carlos va a rescatarla, pero le suena el móvil y Luis lo descubre en la puerta. Ambos se enzarzan en una brutal pelea y la joven Pérez aprovecha para escapar con su pequeño. “Perdonadme por todas las cosas horribles que os dije. Tenéis que ayudarme a esconderme”, ruega a sus padres.

No obstante, el pérfido Montero no se da por vencido y acude hecho una furia en busca de su familia. Pedro corre tras él y recibe un disparo en el abdomen. Por fortuna, la policía llega a tiempo y lo detiene a punto de subir a un helicóptero para salir del país.

La misma suerte corre Diego cuando trata de empezar una nueva vida en otro colegio. Mientras que Fernanda decide marcharse a Europa para estudiar música, Javier reconoce su amor por Maribel y el doctor Marco y la Malquerida se hacen novios.

La salud de Marissa se agrava y Carlos permanece día y noche a su lado a la espera de un trágico desenlace que acaba llegando. “¿Qué voy a hacer sin ti?”, llora desconsolado junto al cuerpo sin vida de su madre.

Pasado un tiempo, Fernanda regresa de su viaje y acepta casarse con su amado. Del brazo de un orgulloso Pedro, la chica llega al altar y ante la mirada atenta de familiares y amigos la pareja se jura amor eterno. “Prometo dedicar cada uno de mis días a hacerte la mujer más feliz del mundo”, declara él antes de fundirse en un romántico beso.