Con la muerte de Evans, no hay manera de comprobar la culpabilidad de Juan por los daños causados al viñedo de David y Gutiérrez decide cerrar la investigación. Sin embargo, el empresario no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. “Fuiste muy astuto al culpar a Mark, pero no voy descansar hasta verte en la cárcel”, advierte a su exempleado, que se niega a acabar con su venganza pese a las súplicas de Perla. Miguel, por su parte, piensa que el pérfido Téllez está también involucrado en el tráfico de inmigrantes y se dispone a buscar las pruebas.

El esfuerzo de Luciana da sus frutos y consigue que el vino El Romance se sirva en unos de los restaurantes más importantes de San Francisco. Robles, que no acudió a la reunión para pasar más tiempo con sus hijos, abraza emocionado a la enóloga y Graciela no puede disimular sus celos al verlos. “Te agradezco que te encargues del viñedo porque así David tiene más tiempo para estar con sus hijos y conmigo”, asegura Palacios burlándose de su rival.

Preocupada por ganar el concurso de vino antes de irse con Miguel a España, Erika descuida su salud. “Tu amor es todo lo que necesito para estar bien”, dice ella cuando su novio la regaña.

Fernanda por fin consigue aprobar el examen para entrar a la universidad y, feliz, reúne a su familia para agradecerles el apoyo. David le organiza una cena a la que asisten sus amigas y Tano. A su vez, Bobby reprocha a Luciana que ya no tenga tiempo para estar con él y ella le promete que va a bajar el ritmo de trabajo para que puedan jugar juntos.

Dolida al sentir que Graciela le está robando el amor de los niños y que no ha sabido dar a Robles la paz que tanto necesitaba, la joven se desahoga con Susan. “Sigue a tu corazón y no te rindas”, recomienda la enóloga a su amiga.

Fernanda y Bobby tienen cada día un comportamiento más positivo y David reconoce el mérito de Graciela. Esta se lanza a sus labios y tras robarle un apasionado beso, le pide que le deje estar a su lado. “Dame tiempo. No quiero confundir agradecimiento con amor”, argumenta él.

Justo cuando Erika está empezando a dudar de sus sentimientos, Miguel la sorprende con un anillo de compromiso: “Quiero dedicar cada día de mi vida a amarte y cuidarte”. Sin dudar, ella acepta y León y Tano los felicitan por su futuro enlace. Lo mismo hace Luciana, a pesar de saber que ya nada volverá a ser igual con su amigo.

Mientras que Susan sigue evadiendo su relación con César, Marta busca a Gutiérrez para rogarle que se olvide de ella y no se vuelva a meter con Ramón pues él sí es un buen hombre y ahora están saliendo juntos.

Llega el día del concurso internacional de vino y Miguel y Erika se alzan con la victoria. Luciana siente que ha fallado a David y Marta trata de animarla. Robles, por su parte, se hace a la idea de que ya no pasará más tiempo junto a su amada y desoye los consejos de César. “Si tengo que estar con Graciela por el bien de sus hijos lo haré y dejaré libre a Luciana de una vez por todas”, asevera rotundo.

Para colmo de males, a su regreso a los viñedos descubre que hay una plaga de filoxera y pese a la rápida actuación de sus empleados, la cosecha de Santa Bárbara también está afectada. Susan y Luciana comunican la noticia a Erika, que no duda en participar en la fumigación. Horas después, Miguel regresa de Los Ángeles de recoger el premio del concurso y encuentra a su prometida muy debilitada. “Gracias por tu amor”, susurra antes de morir en sus brazos.