Graciela insiste en pasar más tiempo con David, logrando que se olvide de los problemas del viñedo y él le agradece lo que está haciendo por su familia. En un arrebato, la pareja se funde en un beso y termina disfrutando de una apasionada velada. A la mañana siguiente, Bobby los sorprende durmiendo y Robles decide hablar con sus hijos: “Estoy iniciando una relación con ella y me gustaría saber si estáis de acuerdo”. Ellos se muestran felices, sobre todo Fernanda, y le brindan su apoyo.

Lilian pide a Sonia que sea su asistente para evitar que ayude a Marta con las tareas domésticas. “Quiere fastidiarme para que me vaya de la casa, pero por los niños no lo haré”, dice la mujer al saber de las artimañas de su enemiga.

Tano y León aconsejan a Luciana que esté más pendiente de su trabajo en los viñedos en lugar de pasar tiempo con Miguel y Adolfo en Santa Bárbara. Más tarde, decide ir a hablar con David para aclarar todos los malentendidos y se lleva una desagradable sorpresa cuando él le dice que está dándose una oportunidad con Graciela. “No sabes cuánto me arrepiento de haberme enamorado de ti. A partir de ahora hablaremos solo de trabajo y a través de Susan”, dice llorosa.

Por si fuera poco, se encuentra en los viñedos con Palacios, que presume de lo feliz que es con David. “Él no te ama y solo está contigo por el bien de los niños. En cuanto descubra lo hipócrita que eres, va a dejarte”, responde la enóloga. Cerca de allí, Adolfo pide a Miguel que hable con Muñoz para convencerla de que se marche a trabajar con ellos.

Juan pierde toda la producción de aceite ya que los clientes no dejan de cancelar sus pedidos por culpa de David y opta por regresar al tráfico ilegal de inmigrantes. Cuando Perla se entera se niega a ayudarlo, pero acaba accediendo ante la insistencia de su esposo: “Necesitamos dinero”.

Furioso, se presenta en los viñedos para enfrentar a su expatrón, aunque cambia de opinión al verlo besándose con Palacios. “Ya veo que no necesito destruirte, tú solo lo estás haciendo. No sabes con quién te estás metiendo. Voy a disfrutar el día en que te des cuenta de cómo es Graciela en realidad”, declara y consigue sembrar la duda en Robles, que exige una explicación a su novia.

Mientras, en Santa Bárbara, Miguel descubre que Erika dejó testamento y ahora es propietario de la mitad de las tierras. “No sé si aceptar. Temo que la gente piense que solo estaba con ella por interés”, afirma él. No obstante, Adolfo lo convence y ambos empiezan a trabajar juntos.

Palacios no puede disimular sus celos al ver que David aún se preocupa por Luciana y le lanza un ultimátum: “Si no me das mi lugar y me demuestras que me quieres me iré”. Por eso, el empresario busca a Muñoz y le pide que no acuda más a su casa para evitar situaciones incómodas. “Me marcho del viñedo. Ya no soporto tu actitud ni verte con Graciela”, anuncia ella decidida a acabar con tanto dolor. Poco después, acepta la oferta de Adolfo para trabajar en Santa Bárbara.

Obligada por Juan, Perla llama a Carito para convencerla de que regrese al negocio de inmigrantes. Sin embargo, ella se niega y le advierte que va a denunciar a su esposo para hacer justicia.

Cuando visita a Gutiérrez en compañía de Marta, dos sicarios enviados por el pérfido Téllez intentan acabar con su vida, pero el policía la protege y es él quien recibe un fulminante disparo. “Perdón por el daño que te causé, te amo. Lilian me pidió que deportara a tu familia”, revela antes de exhalar el último suspiro.