Animado por Susan, David va a Santa Bárbara para hablar con Luciana, pero Miguel lo impide: “Quiere olvidarse de ti y me pidió ayuda. Vas a casarte con Graciela, no compliques más las cosas”. Cuando la enóloga se entera horas después de lo sucedido se molesta con su amigo por decidir por ella y se presenta en Los Ángeles, pero al encontrar a Robles besándose con su prometida sale corriendo con los ojos inundados de lágrimas.

Decidida a ayudar a su hija tras conocer el chantaje de Juan, Lilian visita a Adolfo y le pide un préstamo de un millón de dólares. “A cambio te daré las escrituras de mi departamento”, dice ella para tratar de convencerlo.

Miguel está muy decepcionado con Muñoz y se desahoga con Marta: “Hago todo por protegerla y ella no se da cuenta de cuánto me importa. No entiendo que siga sufriendo por David”. Carito tampoco es indiferente al sufrimiento del chico y no duda en darle un consejo: “No es justo que sigas esperando a alguien que no te corresponde. Te mereces una mujer que te ame y te cuide”.

Por fin llega el día de su tan ansiada boda y Fernanda dedica unas emotivas palabras a Graciela: “Ahora sí puedo irme tranquila a la universidad porque sé que vas a cuidar de mi papá y Bobby como lo hacía mi mamá”. Sin embargo, una inesperada visita trunca la felicidad de Palacios: Juan le exige el dinero que le debe o revelará que es una asesina. Ella le ruega que no lo haga y comienzan a forcejear justo cuando Lilian llega a la habitación. Cuando trata de abogar por su hija, Téllez le hace una sorprendente confesión: “Lisa no murió en un accidente como todos creen, Graciela la mató”, dice poco después de mostrarle el vídeo en el que también acaba con la vida de Perla.

Rota de dolor, la señora golpea a su hija y le asegura que no permitirá que haga más daño. “Nadie va a detenerme. ¡Si tengo que matarte como a tu maldita hija lo haré!”, grita la malvada mujer totalmente fuera de sí. Por casualidad, Fernanda la escucha y Graciela al percatarse sale corriendo detrás de ella para que no impida su boda. Dispuesta a todo por proteger a sus nietos, la viuda de Palacios detiene a su hija y tras una fuerte discusión la empuja por las escaleras.

Al enterarse de que Juan se encuentra en el viñedo, David no duda en ir a buscarlo y tienen un violento enfrentamiento. “Tu amada Lisa no se cayó al río, Graciela la asesinó”, se burla Téllez y acto seguido le dispara en el hombro. Por suerte, llega la policía y detiene al pérfido hombre.

La misma suerte corre Lilian y en prisión se lamenta de los errores que cometió. “Cuida de mis nietos, no quiero que crezcan llenos de rencor como Graciela”, suplica a Marta. Mientras, en el módulo de hombres, Juan recibe una paliza a manos de varios presos como venganza por el trato que daba a los inmigrantes.

Por su parte, Sonia, que triunfa como escritora, y León, que ha abierto su propio restaurante, unen sus vidas en una emotiva ceremonia en Los Ángeles. Fernanda aprovecha para disculparse con Luciana por haber dudado de ella y le pide que dé otra oportunidad a su padre.

Pasados unos días, la enóloga se reconcilia con David y junto a sus hijos forman una bonita familia. “Somos la combinación perfecta. Me devolviste la alegría, contigo vino el amor”, dice él mientras brindan con el nuevo vino de las bodegas.