David y Luciana no pueden contener sus sentimientos y se besan. “No sabes cuánto había esperado esto. Lograste que volviera a creer en el amor y siempre voy a estar a tu lado para lo que necesites”, promete él. La inesperada llegada de Adolfo para pedir referencias sobre Miguel rompe el mágico momento.

Erika acompaña a su padre y aprovecha para enfrentar a Muñoz y exigirle que se aleje de una vez de su exnovio: “Fue una lástima que lo dejaras ir tan fácilmente, pero no lo busques más porque le haces daño”. Y antes de irse comenta lo contenta que está con su trabajo en los viñedos.

Lejos de allí, Graciela planea su viaje a Estados Unidos y Joselo le advierte que si lo hace perderá su apoyo y la demandará por incumplimiento de contrato. Hipócrita, ella asegura que está presionada para regresar, pero que no quiere perderlo.

Sonia acude a la cocina y encuentra un libro con una nota en la que hay una adivinanza. De inmediato, comienza a pensar en quién lo pudo haber dejado y llega a la conclusión de que fue León. Y no se equivoca ya que siguiendo las pistas llega a la bodega y allí disfrutan de una agradable velada. “Sus esfuerzos están teniendo resultado y estoy comenzando a sentir algo”, piensa ella.

Juan se entera de que David se adelantó a sus planes y decidió contactar con el dueño de los terrenos que quería comprar. Aun así, sigue con su venganza y Mark le ofrece su ayuda a cambio de que le dé la mitad de las ganancias que obtengan. Más tarde, busca a Graciela y le asegura que está cansándose de su madre y ella ya que no cumplen con su parte del trato. “Te conviene seguir apoyándonos si no quieres que David se entere de tus turbios negocios”, amenaza ella.

León, por su parte, cuestiona a Luciana sobre su relación con David y ella no tiene más remedio que admitir la verdad: “Nos queremos y vamos a ser felices a pesar de todos los obstáculos”. Por casualidad, Marta oye la conversación y furiosa le recrimina que se lo haya ocultado. Sin embargo, tras escuchar los motivos de su hija y la sincera declaración de amor de Robles, decide apoyar su noviazgo.

El detective Torres hace nuevos hallazgos sobre el sabotaje del vino y la red de tráfico de inmigrantes y comunica a David que quiere interrogar a sus empleados. Juan aprovecha para culpabilizar a Miguel y su patrón amenaza con despedirlo si no se retracta. Luciana también se angustia y busca pruebas para demostrar la inocencia de su expareja.

Llega el cumpleaños de Fernanda y David la prepara una fiesta sorpresa. En un momento dado, el empresario se acerca a Luciana y le pide que lo acompañe a la habitación de Lisa a recoger un detalle que tiene reservado para su hija. Graciela los ve y monta una escena de celos hasta que se da cuenta que solo han ido a recoger unos pendientes.

La joven recibe emocionada su regalo sin saber que el más especial está a punto de llegar. Tano llega inesperadamente y le da un apasionado beso antes de que pueda abrir el pequeño paquete que le ha traído. “Gracias por ser tan buena conmigo. Cuanto más te conozco más me gustas”, dice él. Ella no da crédito a lo que acaba de ocurrir y le promete que nunca va a olvidar esa noche.

Dispuesto a declarar su amor por Luciana, David habla con sus hijos, pero se da cuenta de que no están preparados para que tenga una nueva relación. La enóloga se muestra comprensiva y le pide que no los presione.

También recibe malas noticias en los negocios ya que el señor Kent le llama para informarle de que finalmente no va a venderle las tierras ya que recibió otra oferta económica superior a la suya. Lo que no imagina es que el nuevo propietario es Juan Téllez. “A partir de ahora va tenerse que ir acostumbrando a perder”, celebra con Graciela.