En esta gala 11, Roi se enfrentó a su amiga Ana Guerra y perdió. Por la mínima, con el 51% de los votos, pero perdió. “Me voy orgulloso del trabajo realizado”, expresa Roi todavía aturdido al no poder reír ya junto a sus compañeros dentro de la Academia de OT. Roi se fue con la sensación de haber cantado, sobre el escenario, todos los temas que le gustaban y sus sueños se abren a todo lo que venga. “Actuaremos en el Palau Sant Jordi y luego en Madrid, eso ya es un sueño”, afirma con la voz entrecortada y las emociones todavía a flor de piel.
¿Cómo te sientes después de la expulsión de la Academia?
Ha sido un despertar duro. Me entristece no estar ya con mis compañeros. Eso es lo que más me importa, disfrutar con ellos, no el hecho de permanecer una semana más o menos concursando.
¿Crees que te puede generar ansiedad toda la expectación que se ha creado en el exterior con el programa?
No lo sé, todavía necesito hacerme a la idea de todo lo que está ocurriendo. Eso sí, tengo claro que no puedo ver el 24 horas del programa porque me pongo triste y me siento mal. Les echo mucho de menos a todos.